Sabrina y Ángel fueron los protagonistas de la segunda edición de Gran Hermano. Con ella descubrimos que la estrategia de no meterse en líos y ser el mueble oficial de la casa te podía convertir no solo en finalista sino también en flamante ganador de la edición en curso. Sabrina, malagueña de nacimiento, bebía los vientos en silencio por un Ángel que no le hacía mucho caso, no obstante, surgió la chispa del amor entre ellos y la pareja ha estado casi una década juntos –siete años casados exactamente-. Tal y como explicaba Sabrina en una entrevista, el matrimonio firmó su divorcio en el año 2010. Cabe recordar que de ese misma edición, la primera expulsada y actual colaboradora del Debate de GH Marta López empezó a salir con el hermano gemelo de Ángel, Alejandro Tous, protagonista de la serie Yo soy Bea y actual pareja de la protagonista del serial, Ruth Núñez.
Silvia e Israel pertenecieron a esa primera edición que la mayoría del público seguidor de Gran Hermano consideraba la verdadera, la original, aquella en la que los concursantes no estaban maleados o preparados con ninguna estrategia. Recordemos que hubo un amor que se gestó en 10 días (María José Galera y Jorge Berrocal) y otro amor, el de Silvia e Israel, que se truncó por la decisión de la audiencia, que expulsó al gallego y dejó a la malagueña dentro. Silvia no soportó la ausencia de su novio y decidió abandonar el concurso convirtiéndose así en la primera concursante que abandonaba la casa en la historia del concurso. La pareja continuó su relación fuera de la casa e incluso tuvieron un hijo en común: Hugo. Al año de nacer su pequeño retoño, la pareja decidió tomar caminos diferentes y separarse de forma definitiva. Actualmente Silvia ha declarado que hoy por hoy, no habría tomado la decisión de abandonar Gran Hermano.
