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Nueva batalla campal entre Miguel Bosé y su ex, Nacho Palau

Miguel Bosé sorprendía recientemente en el estreno en el Teatro Chino de Hollywood de la película Gozilla: rey de los monstruos. Lo hacía posando en la alfombra roja con sus hijos, Tadeo y Diego. Pero más allá del hecho de que decidiera vestirles con llamativas faldas, por la exposición pública a los que los sometió en mitad de la batalla judicial en la que está inmerso Miguel Bosé. 

 

A 6.000 kilómetros de distancia, en la localidad valenciana de Chelva, el escultor Nacho Palau, ex de Miguel Bosé y el otro protagonista de este embrollo familiar, ha seguido la repercusión de estas imágenes durante la última semana. “No me ha gustado nada”, reconocía al respecto a El País. “Me da mucha pena ver así a los enanos, ver así a los tres, pero Miguel está acostumbrado, los niños no”, añadía. 

 

Batalla en los juzgados

 

Después de 26 años de relación, Nacho Palau y Miguel Bosé ponían fin a su relación en 2017. Y en septiembre de 2018, el cantante de Amante Bandido puso rumbo a México con Tadeo y Diego, mientras que Nacho Palau se quedaba en España con Ivo y Telmo. Los hijos de uno y otro no son hermanos biológicos, ya que tanto Miguel como Nacho los tuvieron a través de distintos vientres de alquiler, pero se llevan 7 meses de diferencia y se han criado juntos hasta los ocho años, por lo que la lucha judicial de Nacho Palau está encaminada a que se les reconozca como hermanos entre sí e hijos de ambos, con los mismos derechos. 

 

Desde mediados de 2018 y hasta ahora, la relación entre todos ellos es únicamente por vía telemática, a través de aplicaciones como Skype o FaceTime, pero Nacho Palau ha recurrido a la justicia para solicitar una doble acción de filiación que normalice la situación. 

 

Cabe la posibilidad de que el juez le dé la custodia de los cuatro niños únicamente a Bosé o a Palau, pero Nacho cree que merece la pena correr el riesgo por el bien de los niños, quienes, en su opinión, hande criarse juntos. Por ello, en octubre de 2018 el abogado especializado en derecho de familia José Gabriel Ortolá, presentaba una demanda en un juzgado de la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón orientada a tal fin. 

 

¿Una relación clandestina?

 

Debido precisamente a esta demanda, salía a la luz una relación que, si bien para los familiares y amigos de Nacho Palau y Migue Bosé no era un secreto, sí que había permanecido oculta de cara a la opinión pública desde que Miguel y Nacho se conocieran, por amigos en común, en Valencia hace casi 30 años.

 

“Tras la ruptura de la relación y convivencia mantenida de forma ininterrumpida con Miguel Bosé Dominguín durante más de 26 años, y comoquiera que han fracasado las negociaciones previas que en su evitación se han venido desarrollando, Ignacio Palau Medina ha encargado a este despacho profesional la interposición de las acciones judiciales necesarias para la defensa y protección de sus intereses y, fundamentalmente, los de sus hijos menores”, podía leerse en el comunicado difundido por el despacho de abogados Ortolá Dinnbier de Valencia.

 

De 2014 a 2017 Miguel Bosé y Nacho Palau vivieron con los cuatro niños en Panamá, ya que por motivos profesionales, a Miguel le era más fácil moverse por Latinoamérica que desde España. Llegó un momento en el que la pareja estaba irremediablemente rota, pero para intentar mantener la unión familiar, Miguel vivía en una casa de una lujosa urbanización con los críos y Nacho en otra vivienda con el servicio. 

 

Y así hablaba Miguel Bosé en octubre de 2016 en una entrevista en El Hormiguero sobre la forma de ser de sus hijos: «Cada uno tiene una personalidad diferente aunque les haya educado igual. Diego, el mayor de todos, es muy creativo hace perfomance; Tadeo tiene una mente brillante, es el más organizado, todo lo sabe es una auténtica enciclopedia; el tercero, Ivo, lo tiene muy claro, quiere ser paleontólogo; y el cuarto, Telmo, el más pequeño, siempre va corriendo. Yo creo que éste me trae una medalla olímpica, no sé de qué, pero me la trae”.

 

Finalmente, desde junio de 2018, la familia se rompió en dos y no han vuelto a verse. Nacho Palau lucha ahora para que esto cambie.