Cuando se acaba el verano, todos nos proponemos eliminar esos kilos de más que hemos cogido en vacaciones. Los helados, la vida sedentaria y los excesos propios de estos días hacen que acabemos engordando siempre un poco. Pero perder peso no tiene por qué ser un sacrificio duro. Te damos algunos consejos que te resultarán muy útiles.
1. Olvídate de dietas restrictivas
Adelgazar no significa pasar hambre. De hecho, lo peor que puedes hacer es seguir una dieta excesivamente restrictiva, porque únicamente conseguirás desmotivarte rápidamente.
La mejor opción para quitarte esos kilos de más es buscar un equilibrio entre la energía que gastas y la que consumes. Y esto pasa por cambiar algunos hábitos de alimentación antes que por reducir drásticamente lo que comes.
Planifica tu menú con 4 o 5 comidas al día, procurando que sean variadas y que incluyan alimentos naturales.
