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Todo lo que debes saber sobre el entramado de Mariah Carey y su desastrosa actuación de Año Nuevo

Lo que tendría que haber sido un momento de gozo, júbilo y disfrute parece que fue la chispa y el detonante de una guerra que tiene pinta de acabar en los juzgados. 31 de diciembre en Times Square -Nueva York-. Para que todos lo entendáis, la Puerta del Sol de Madrid pero a lo bestia. El despliegue de seguridad es tremendo y el show, uno de los más esperados del año, en esta ocasión corre por cuenta de Mariah Carey, quien ha sido noticia últimamente por la tremenda dejada de su novio billonario, el inicio de su propio reality show y el supuesto montaje con su bailarín, Bryan Tanaka con la intención de celos a su ex.

La cadena nacional americana ABC rentrasmitía el programa Dick Clark’s New Year’s Rockin’ Eve with Ryan Seacrest con Mariah Carey como estrella de cartel. Diamantes, plumas, pelucón y vestidazo. Todo listo para que la diva saliese a darlo todo. Según podemos apreciar en las imágenes, Mariah, en su primera canción ya tiene problemas con el sonido y no es capaz de emitir ni una nota durante todo el tiempo que dura la melodía. Problemas técnicos. Cosas del directo. Pero ahora llega el problema de verdad. La segunda canción, su mítico y clásico We Belong Together, era en riguroso playback. La artista seguía sin oír nada de la música en el pinganillo, los técnicos de sonido no arreglaron el problema y ella luchó como gato panza arriba para intentar escuchar la música por los altavoces al igual que el resto de la gente, cosa realmente imposible pues, con los gritos de cientos de miles de personas concentradas allí era una misión inviable. Y entonces, sucedió esto…

https://youtube.com/watch?v=UkTy_vSPkWc

El equipo de Mariah Carey acusa ahora a la producción del programa de sabotaje. ¿Está intentando la representante de Mariah maquillar este garrafal error echando el muerto a otros? Ryan Secreast es un supra jefe de la televisión americana y una mala publicidad, en estos casos, no es positiva. Principalmente porque existe público convocado in situ al que siempre se le intenta entregar un espectáculo a la altura y en segundo lugar porque la audiencia televisiva, visto que no hay show, cambian de canal. Y así fue, Mariah abandonó el escenario y no volvió. Stella Bulochnikov, manager de la humillada Carey, ha escrito una carta en la que decía: «Sabéis que su micrófono NO funcionaba y todo vuestro equipo de producción no lo prepararon, Y Mariah estuvo diciéndoselo en todo momento. Nunca sabré la verdad, pero sí sé que les dijimos tres veces que su micrófono no funcionaba y que era una producción desastrosa. Ciertamente no estoy llamando al FBI para investigar. Es lo que es: víspera de Año Nuevo en Times Square. Mariah les hizo un favor. Ella era la estrella más grande allí y no tenían su mierda bien preparada». Seacrest lo tiene claro y advierte medidas legales en el caso de que sigan afirmando eso: «En muy raras ocasiones hay errores técnicos que pueden ocurrir con la televisión en directo, sin embargo, nuestra investigación inicial indica que Dirk Clark Productions no tuvo responsabilidad en el rendimiento de la señora Carey». Mariah se ha tomado con mucha más filosofía y paciencia este asunto y subió a su cuenta de Instagram este simpático vídeo de ella misma hace unos años diciendo una frase que le venía al pelo para la situación que acababa de vivir: «Shit happens!»

 

La música es placer de dioses. Sin embargo, puede convertirse en cosa del demonio si quien la interpreta desafina. A continuación te presentamos a los cantantes que más gallos emiten sobre el escenario con y sin auto-tune. Cuidado con tus oídos. Luego no digas que no te lo advertimos.

Ylenia Padilla no será recordada por su faceta músical. Esta musa de los realities siguió las directrices de su manager, Toño Sanchís, y grabó una canción que pronto se convirtió en lo más visto en redes sociales. Sin embargo, poco duró la magia, ya que una grabación descubrió que su lindo Pégate era fruto del auto-tune. Escuchar la versión sin filtro de la rubia es una auténtica tortura.







Kiko Rivera no es cantante. No es actor. No es monologuista. ¿Entonces, qué rayos es este chico? Pues bien, a pesar de no tener voz, el joven lo ha intentado en el mundo de la canción. Qué atrevida es la ignorancia pues su Cuento de hadas sin filtros es infumable y ensordecedor.