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Letizia y el sexo: los secretos que guarda Pilar Eyre sobre la biografía mexicana de nuestra Reina

Pilar Eyre ponía a la profesión sobre la liebre: en México se está preparando una polémica biografía sobre Doña Letizia. El escritor Jorge Zepeda apunta por dónde irán los tiros: «Era tan trabajadora que nos ponía a todos en evidencia, le encantaba lo mexicano, el tequila, los mariachis, las cantinas, el carácter… y los varones también… Se hizo novia de un periodista que trabajaba en el diario ¡estaban enamorados! Y los viernes llegaban a la redacción con su mochilita porque se iban juntos a recorrer el país durante el fin de semana, en autobús…». Lo que callan Eyre y Zepeda, por ahora, es que su compañero en realidad era su jefe y estaba casado: Luis Miguel González, que se habría divorciado tras conocer a su amante española.

Pero no es el único capítulo con tintes entre profesionales y sexuales que apuntan a Doña Letizia. ya que la periodista desvela que la Reina pudo sufrir un chantaje sexual para entrar a trabajar en TVE. Dice Eyre que estuvo a punto de denunciarlo, pero sea como fuere la asturiana acabó fichando por la Corporación Pública:

«En cada ocasión que Zepeda viajaba a Madrid se veían: ‘la última vez, antes de prometerse con Felipe, me contó indignada que un periodista muy conocido que la había entrevistado para entrar en Televisión Española le había pedido sexo a cambio de enchufarla. ¡Estuvo a punto de denunciarlo!’ Sé el nombre de este colega/canalla pero me lo callo… Claro que ya han visto más arriba lo malo que soy guardando secreto, o sea que el día menos pensado, voy y lo largo».

Letizia y el sexo: los secretos que guarda Pilar Eyre sobre la biografía mexicana de nuestra Reina

Pero hay más: el periodista Enrique de Diego destapó hace tres años un viaje de la asturiana con TVE a Irak en plena guerra: «De su viaje a Irak, el cortesano Federico Trillo hubo de destruir el informe de la sargento «Paquita» sobre la noche de farra de Letizia con un mando de la Royal Navy». En el libro ‘Adiós Princesa, adiós’, David Rocasolano, primo de Doña Letizia, también habla sin tapujos de las relaciones sexuales entre la Reina y el periodista David Tejera: «Prefería la casa de Tejera, otro periodista de CNN+ que se convirtió en su nueva pareja. La relación era completamente distinta a la que tuvo con Guerrero, el profesor y amante con quien ella era “atenta, aplicada y obediente”. Tejera era un compañero de profesión ambicioso e independiente, “agradable, divertido y muy amable”, además de mujeriego. La impresión de Rocasolano es que en aquella relación había una química sexual muy intensa entre ambos, pero muy pocas ganas de comprometerse afectivamente. “Mi prima, contradictoria impenitente, deseaba mantener su libertad mientras intentaba controlar la de David. Sus discusiones por esta causa eran más que habituales, incluso en presencia de testigos”. Ella llegaba al histerismo en aquellas broncas».

En la misma obra se habla de su entrada en TVE, muy bien relacionada con Alfredo Urdaci: «En 2001 L.O. entra en Televisión Española. Ni una palabra sobre cómo lo consigue, quién es su padrino. Comenzó a presentar el Informe Semanal en verano y luego pasó a formar parte del equipo del telediario. Su situación económica mejoró considerablemente. Y ella empezó a hablarle de un misterioso diplomático, “un tío importante”, con quien había empezado a relacionarse. A veces le hablaba de escapadas a Lausana, a Chipre o a Nueva York hechas en compañía de este individuo. En julio de 2003, en un restaurante italiano del Paseo de la Habana de Madrid, L.O. les contó a Rocasolano y su pareja de entonces que el supuesto diplomático era, en realidad, el Príncipe de Asturias. Rocasolano valoró aquella historia como hubiera hecho cualquier mortal con sentido común. “Pero qué coño se va a casar el Príncipe con Letizia”, le dijo a su compañera. “No digas chorradas. Le va a echar unos polvos y adiós cristiana”. Pero a su pareja le había llamado la atención que ella hablaba del asunto muy seria. En los pasillos de TVE la apodaban la “Ambición Rubia”, “Fictizia” y “Mortizia”. En septiembre de 2003 (a la par que andaban buscando cómo borrar las huellas de la clínica Dator) L.O. da el gran salto al telediario de la noche, que pasó a presentar con el director de informativos de TVE Alfredo Urdaci. A pesar de que él fue luego presumiendo de amistad con L.O., ella lo detestaba y Rocasolano jamás la oyó decir una palabra amable sobre él. Sin embargo, L.O. “se apuntaba a cualquier fiesta o sarao a los que la invitaran sus jefes”. Lo hacía por puro cálculo, por puro interés. “A mí, Alfredo me sirve para estar donde estoy…Lo único malo es que me relacionan demasiado con él”».