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La siniestra sombra del manager: cuando los famosos acaban denunciando millonarios desfalcos

Jorge Blanco ha sido el último de la larga lista de representantes acusados de estafar a sus estrellas, sumándose a otros mánagers como Amador Mohedano o Toño Sanchís. El clan Matamoros, Kiko, Diego y Laura, acusó el pasado viernes en el Deluxe al Blanco de haber abusado de la confianza de los jóvenes. El manager no tardó en anunciar medidas legales contra sus ex representados, pero todavía no ha señalado qué piensa hacer contra el empresario que afirmó en Sálvame haber sido su ex socio: «Es un sinvergüenza y un delincuente. Se lo hizo pasar mal a mucha gente. Montamos una empresa y él se cobró un buen dinero pero yo me quedé sin nada y además con deudas».

El caso más representativo de los últimos meses ha sido la acusación de Belén Esteban a Toño Sanchís de haberle sableado más de un millón de euros. El representante de las estrellas se defendía así: «Ella trasladó un problema administrativo a un problema personal. Yo no he empezado esta guerra personal. Ella hace lo que ha hecho siempre. Es como una mantis religiosa: cuando el macho ya no le sirve, le corta la cabeza. Esta señora miente. A mí me mintió ya el primer día que empecé a trabajar con ella. Creo que miente por supervivencia, porque miente por cosas absurdas. Ella va por delante con la mentira, pero para ser un gran mentiroso hay que tener muy buena memoria y ella no la tiene».

 

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Recuerden que no es la primera vez que Belén acusa a un mananger de estafarle, ya que deslizó una acusación contra Amador Mohedano por haberle dicho que había cobrado 12.000 euros por su ridiculizado playback de Madonna en el Carnaval de Tenerife cuando el hermano de Rocío Jurado habría facturado 18.000. Pero Amador ya había sido señalado con el dedo por haber cometido prácticas irregulares contra su hermana. Un empresario barcelonés ofreció un testimonio, con la representante Conchita como protagonista: «El día que vienen, me llama Conchita por la mañana y me dice que Amador quiere un dinero. Porque eso funciona así, si quieres lo aceptas, y si no, no. Rocío no sabía nada. Ni Rociíto, ni Rocío. Me comentó Conchita que la tarifa de Rocío Jurado en aquellos tiempos era de 13 millones de pesetas y le cogimos una cantidad de dinero de unos 3.000 euros. Ese dinero se lo quedó Amador Mohedano. Empezó a buscar dinero con familia, amigos… para reunir la cantidad para entregarlo en mano a Amador«.

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El fotógrafo Antonio Villarrubia también habló de una supuesta traición de Amador Mohedano a «la más grande» en su luna de miel: «Resulta que cuando llegamos a Mauricio había otros fotógrafos de otra agencia más grande. Él jugaba con otras agencias; si Amador Mohedano tiene una información, Amador Mohedano te vende la información o bien por dinero o bien a cambio de otra cuestión. Ha vendido todo lo que ha podido, de su hermana y de todo lo que ha podido. Rocío Jurado no ha cobrado ni un duro. Su hermano siempre que podía meter mano, metía mano en la hucha».

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Kiko Matamoros fue acusado en su momento de «pasear» a Carmina Ordóñez por los platós cuando ésta no se encontraba en buenas condiciones de salud. Pero estas acusaciones a los representantes vienen desde el franquismo. Los mitos infantiles del régimen dictatorial, Marisol y Joselito, no guardan buenos recuerdos de sus representantes. Marisol hablaba así de su ex manager y descubridor, Manuel Goyanes: «El cine es como un vendaval que te arrastra. A mí me gustaba cantar flamenco desde que era muy chiquita, pero sólo eso. ¿Cómo iba a pensar en trabajar en el cine? Pero desde que me llamó el señor Goyanes, después de verme en Coros y Danzas, perdí el rumbo de mi vida. Como hablaba con deje andaluz y no sabía actuar ante la cámara, el director se enfadaba y yo lloraba por la noche en la cama y me acordaba de mi vida anterior. En Madrid no fui feliz. Cuando era pequeña pensaba que de mayor me casaría con un hombre trabajador, tendría niños y viviría como vivían mis padres. Si tengo hijos, nunca les aconsejaré que sean artistas. Me gustaría que fueran médicos o abogados, que estudiaran una carrera bonita. Algo normal».


Joselito, en una entrevista en La Razón, reconocía una dramática historia en la que fue desfalcado supuestamente por Manuel Goyanes: «El dinero lo ganaron los que estaban a mí alrededor; mi apoderado, que se quedó con casi todo, los productores…Yo fui el que menos ganó. Tendría que haberme hecho rico, muy rico, para toda la vida, pero no pudo ser. Me engañaron mucho. Fui feliz… con decepciones. En vez de jugar, trabajaba todo el tiempo. Así fue siempre. Luego eché en falta no haber jugado, una infancia más normal, pero en aquella época, cuando estaba en la cumbre, me parecía que todo lo que hacía era normal, lo que hace todo actor y cantante que está en racha, que es aclamado en todo el mundo. Hacía lo que tenía que hacer (….) Los productores no querían que me hiciera adulto porque se acababa la gallina de los huevos de oro, así que hacían lo posible por mantenerme en la infancia».

Quizás el desfalco millonario más grande de la reciente historia de nuestro país ha afectado a Luis del Olmo, al que un juez le acaba de dar la razón, solo eso, tras haber visto como Rogelio Rengel se fundía 14 millones de euros sus ahorros: «Este Rogelio Rengel ha roto muchos sueños míos y me ha robado todo el dinero que he hecho en madrugadas y tardes y años en la radio. Espero ver pronto a este hijo de la gran perra en la cárcel». Cantantes como Miguel Bosé, Julio Iglesias o Camilo Sesto también han tenido relaciones de amor y odio con sus managers, pero ninguno ha superado a Melendi, que llegó a ponerle letra a la música que cantó tras sufrir un caso similar a los anteriores: «Esta es la historia de dos caraduras, manager y productor. Ladrones de guante negro, dos a cada cual peor (…) Sois el gordo y el narco, sois la crem de la crem, ladrones de caballos. Yo fui vuestro corcel, fui una vaca lechera, fui una firma en papel . De consuelo me queda, que seguís siendo ratas y yo sigo corcel».