Mucho ha llovido desde que Letizia Ortiz y el príncipe Felipe anunciaran su enlace. La noticia cayó como una bomba y pronto se empezó a escudriñar en la vida de la periodista. El tsunami se extendió causando graves daños colaterales. Esto es algo que mortifica a la reina, que se culpabiliza por los damnificados que su cambio de estatus ha generado. Sigue leyendo porque te damos las claves para entender el dolor que impide a la reina ser feliz.
Letizia con Z
Durante meses, Felipe y Letizia mantuvieron su romance en secreto. Se trataba de que nada saliera a la luz porque el entonces príncipe sabía que su novia no pasaría el escrutinio popular. Eso de que estuviera divorciada jugaba en su contra. Y más cuando había renunciado a Eva Sannum porque unas fotos en topless se convirtieron en un escoyo insalvable. Era necesario que no hubiera filtraciones, de ahí que se creara la Operación Silenzio.
Llegó un momento en que el secreto no pudo mantenerse. El asunto llegó a los medios y empezaron a hacerse cábalas. Se deslizó el nombre de Leticia y algunos creyeron que se trataba de Leticia Sabater. Pero no, se referían a otra televisiva, Letizia con Z. Y fue ahí donde empezó un escrutinio sobre la periodista. Era necesario saber quién era la mujer que iba a casarse con don Felipe. Por fin, el heredero había hecho su elección sentimental y quería formalizarla pasando por el altar.
