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miércoles, 24 abril 2024

Ni un kilito de más: una imponente Blanca Suárez nos deja con la boca abierta en la deliciosa película El Bar

Algún enfermo o aburrido se dedica a llamar «gorda» a Blanca Suárez por Twitter. Dicen que su amigo/novio Joel Bosqued ha dicho que le flipa su cuerpo, cosa que no es de extrañar al ver El Bar sobre todo en su parte final, donde aparece ataviada con un rotundo liguero de encaje en su tramo final.

La actriz esta imponente, modelo diva italiana, en la última joya de Álex de la Iglesia, El Bar, sin duda la mejor película del director vasco en la última década. Recuerden que desde que el realizador vio como su primera etapa como productor resultó fallida por los números de 800 balas, Álex ha combinado algunas joyas personales de más a menos, Las Brujas de Zurragamurdi (arranque perfecto) o Balada triste de trompeta (donde cojeó al no tener al lado a su coguionista habitual). Pero también ha firmado bodrios oportunistas: Los crímenes de Oxford, correcto thriller protagonizado por Elijah Wood, La chispa de la vida, que nació por interés y lucimiento de un José Mota incapaz de reciclarse como actor pese a su empeño, Mi gran noche no deja de ser una buena idea llevada discretamente a cabo y sobre el documental de Messi directamente no hay palabras.

Ni un kilito de más: una imponente Blanca Suárez nos deja con la boca abierta en la deliciosa película El Bar

Pero Álex necesita rodar de forma bulímica: con ansiedad y necesidad de no parar de rodar para no morir: el El Bar, pese a la arrogante crítica de un Carlos Boyero que hay días que pierde el norte, es una obra maestra solo eclipsada en taquilla por el remake de La Bella y la Bestia. Porque El Bar funciona porque nos muestra las miserias del ser humano cuando el miedo campa a sus anchas, tiene guiños de comedia, imágenes desagradables de forma consciente y una gran dosis de acción. No podrán decir en este caso que Álex no cierra bien en este caso este envite, con giros de guión brillantes y un metraje delicioso desde su comienzo hasta su final.

Aplausos para Álex, que cuenta en este caso con sus actores fetiche, Jaime Ordóñez, Terele Pávez o Joaquín Climent, y a actores televisivos como un sorprendente Mario Casas y con Blanca Suárez, quizás dirán algunos que representantes de la cuota Atresmedia, que al igual que Mediaset solo ponen dinero si en el reparto hay caras atractivas ligadas con sus series más representativas. Pero ni sobra Mario ni sobra Blanca, que ha dicho que vio peligrar su vida en una escala en Jordania mientras grababa con el aventurero Jesús Calleja. Pero Blanca, luciendo un vestido entre azul y verde en la premiere de esta película, ve como las hordas tuiteras le escriben absurdos improperios, quizás por frustración o envidia. Ajo y agua.

Álex por su parte sigue rodando de forma compulsiva: de hecho ya ha rodado una nueva película, Perfectos desconocidos, encargo de Mediaset que en realidad es una adaptación de un éxito cinematográfico italiano. En esta obra contará con Belén Rueda, Eduardo Noriega o Juana Acosta y es una apuesta personal de Paolo Vasile, que compró los derechos del guión antes de saber su taquillazo italiano. Suerte.