El hijo mayor de Isabel Pantoja, Kiko Rivera, ha sufrido un varapalo. Y este ha llegado justo en el momento en el que parecía que la vida no le paraba de sonreír. Está viviendo un momento profesional bastante bueno. Además, parece que en lo personal las cosas están mejor que nunca. Sin embargo, un fantasma de su pasado ha vuelto de nuevo, y esta vez, para asestarle el que puede ser uno de los golpes que le puede hacer daño a dónde más le duele: su bolsillo.
El dulce momento de Kiko Rivera
Estos días para Kiko Rivera están siendo de enorme felicidad. Por un lado, encontramos que físicamente está luciendo cada vez un cuerpo más sano, mostrando la salud que buscaba y que le ha aportado su operación estética. Y es que todavía no ha pasado ni tan siquiera un año desde que se sometió a la operación, y el cuerpo de Kiko Rivera parece ya otro.
Por otra parte, todavía está todavía más feliz porque ha estrenado paternidad, con la pequeña Carlota, que está ya en casa. Y la felicidad aumenta todavía más cuando sabemos que hace nada ha vuelto a ser tío, esta vez, gracias a su hermano Francisco Rivera. De hecho, se hicieron una fotografía, que dejaba bien claro que estaban la mar de felices juntos, algo que contrasta, y mucho, con lo que ha sucedido en el seno de la familia.
