Toda historia tiene un origen. Y el inicio de la amistad entre Gema López y Gustavo Gonzalez se remonta a tiempos inmemoriales. La periodista y el gráfico compartían noches de viernes en el extinto programa ‘¿Dónde estás Corazón?’. La relación de compañerismo y amistad forjada entre ellos hizo que cuando recibieron la llamada de La Fábrica de la Tele para colaborar en ‘Sálvame’, se consultaran mutuamente la posibilidad de hacerlo o no.
Felizmente casados en aquel momento (Gustavo con su esposa, y Gema con su marido) ninguno de los dos podía imaginar que el destino les depararía la misma situación personal casi coincidiendo en el espacio-tiempo.
Diferencias y semejanzas entre Gustavo González y Gema López
Gustavo vivía con su esposa en una oscura vida de presuntas infidelidades a tenor de las informaciones recabadas por su programa de televisión. Gema, en cambio, gozaba de un matrimonio pleno junto al director de teatro Antonio Pardo Sebastián.
El pasado mes de diciembre, la revista ‘Diez Minutos’ llevaba como faldón de portada una noticia que sería la punta del iceberg de un asunto que aún colea (y lo que queda): ‘Gustavo González se divorcia tras 30 años de convivencia’. En apariencia, el fotógrafo nada tenía que ver con la noticia publicada. No había declaraciones, sino simplemente la afirmación posterior de una situación evidente que ya no podía negar. La separación física entre Gustavo y Toñi, su exmujer, tuvo lugar el pasado verano.
De aquellos polvos, estos lodos, y es que Gustavo aceptó la posibilidad de que su programa le preguntase sobre si situación marital. Incluido el tema en escaleta, el paparazzo confesó entre lágrimas que el motivo de su divorcio no era otro que el amor que sentía por la joven exactriz porno María Lapiedra. Pero, ¿filtró Gustavo la noticia de su separación a ‘Diez Minutos’? ¿Negoció la información con la cúpula de la revista como si se tratase de uno de sus temas fotográficos?
Gustavo González y María Lapiedra, el negocio del año
Apenas un mes después, era Gema López la que se convertía en portada de revista por su separación sentimental. Pero la veterana periodista del corazón ha sabido marcar a la perfección la diferencia entre ser personaje y ser profesional del medio. Sus directores así lo han aceptado y avalado. Siempre regia y en su sitio, López declinó la oferta de la cúpula para valorar su asunto y prefirió no entrar en sus cuestiones personales. Algo que pocos colaboradores del programa vespertino tienen la capacidad de hacer. No gozan de la protección de los jefes quizá porque tienen el escudo de periodista más blando que Gema López.
Gema López prefiere no vender su intimidad
Gustavo González ha sufrido en sus propias carnes la consecuencia de haberse expuesto voluntariamente en público, algo que no había hecho hasta el pasado diciembre. De profesión paparazzo, el madrileño siempre ha gozado del cariño de público por su posición profesional y por el manejo de las informaciones que sobre ciertos famosos tenía. Su trabajo no se dudaba. Siempre estaba en el ring. Además incluso llegaba a pactar ciertos reportajes fotográficos con personajes inaccesibles en su momento, como Kiko Rivera Pantoja.
Algunos de estos personajes que antes le guardaban respeto y admiración ahora se le lanzan al cuello. Tal es el caso de Amina Cherrid, la joven que compartió tiempo de cama con Cayetano Martínez de Irujo y que ahora pregona a los cuatro vientos que ella es una de las mujeres con quien Gustavo fue infiel a Toñi, su esposa durante más de 25 años.
Periodista Vs Personaje
En la balanza de la exposición mediática se encuentra el hecho de que ser una persona popular te lleva, por ejemplo, a las portadas de las revistas. La profesión, en estos casos, siente una deferencia empática con quien exponen en sus capas. “Gema López, su espectacular tipo en bañador”, recogía el pasado mes de agosto la revista SEMANA. A la contra, Gustavo, quien ha decidido posicionarse en el paredón, tiene que soportar titulares como los siguientes: “Gustavo, el coleccionista de amantes y broncas” (La Vanguardia).
Ambas alternativas, tanto la de Gustavo como la de Gema, gozan el respeto del público. No es necesario explicar que la prensa vive de los personajes, y en muchos casos, como en el de Gustavo, también él vive del medio. Una relación a menudo tormentosa que ha llegado a terminar con la paciencia del colaborador, que pasó de acudir una vez cada quince días a ‘Sálvame’ a hacerlo casi a diario. Incluyendo portadas de revistas, primeras sillas en ‘Sábado Deluxe’ y el trabajo que durante meses ejecutará como defensor de su novia, María Lapiedra en ‘Supervivientes 2018’.
Gustavo González, sobrepasado por la situación
Un espectáculo que Gema López prefiere ver desde la barrera. Ni su por su mente pasa la posibilidad de lanzarse de un helicóptero en los Cayos Cochinos de Honduras. Ni por el contrario en los planes de su exmarido existe la opción de acudir a pegar gritos a los diferentes platós. Mientras Gustavo, el eterno paparazzo, se siente el cazador cazado y llora amargas lágrimas por una situación que «se le ha ido de las manos, Gema, sonríe en sus redes sociales y muestra su mejor versión. No hay duda de que la procesión, como en tantos aspectos de la vida, va por dentro. Pero una máxima que a veces desenfoca el campo de visión de ciertos famosos es que ante el honor y el dinero, lo segundo es lo primero.
