El amor está en el aire, decía la canción de John Paul Young pero… ¿el amor se compra? No sabemos si tiene precio pero definitivamente pone las cosas mucho más fáciles a la hora de acceder a personas generalmente más jóvenes y bellas físicamente. A veces, incluso ambas partes son famosas aunque habiten, obviamente, en un diferente plano económico.
David Delfín y Pelayo Díaz fueron la pareja de moda dentro del mismo mundo. Sus colaboraciones era un éxito para crítica y público pero la fama de «trepa» e «interesado» por los mentideros de la capital señalaban incesantemente a Pelayo. De diseñador a diseñador y tiro porque me toca. Una vez rompió con el director creativo de David Delfín dio el salto internacional con el jefe más jefe de Louis Vuitton, Nicolas Ghèsquiere.
«Si pensáis que he estado con Feliciano por interés, definitivamente es un insulto más para él que para mí porque estáis diciendo que nadie es capaz de amarlo si no es por su dinero», afirmó en una conexión en directo con El Programa de Ana Rosa. Alba Carrillo se lo ha aprendido de memoria y ha sabido darle la vuelta al argumento en cuanto le preguntan por el supuesto interés económico que hizo que se casase con el tenista.
