Ya lo contamos, en exclusiva, el pasado sábado. Alejandra Rubio se independizará a lo largo de los próximos días y empezará su nueva andadura personal junto a su novio, Álvaro Lobo. Ha dado uno de los pasos más importantes de su vida, que también afecta a su madre, Terelu Campos, con la que dejará de vivir en cuestión de días.
Además, ha eliminado de su vida a la que, hasta día de hoy, era su gran amiga. La concursante de GHVIP6 Oriana Marzoli ha acabado bastante mal con Alejandra, a pocos días de entrar en la casa de Guadalix de la Sierra. Te contamos todos los detalles.
Las últimas palabras de Oriana hacia Alejandra Rubio antes de bloquearla de sus redes sociales
Alejandra Rubio está a punto de dar un giro de trescientos sesenta grados a su vida. Por un lado, tal y como contamos en exclusiva, va a dar el paso de irse a vivir con su novio, Álvaro Lobo, a Malasaña (uno de los barrios más enigmáticos de Madrid). Pese a la tristeza de su madre, Terelu Campos, esta le ha apoyado en todo, hasta ha ido con ella a ‘Ikea’ a comprar algunas cosas necesarias para la vivienda.
También de amistades. Su última baja, con la que además tenía un grupo de amigos en común, es Oriana Marzoli. La futura concursante de GHVIP 6 acudió ayer al programa de Sonsoles Ónega para hablar sobre su actual relación con Alejandra Rubio: «A mí Terelu sí me juzgó como una mala influencia para su hija».
Ha contado cómo fue su conversación con su amiga, poco después del enfrentamiento que tuvo Marzoli con Terelu: «Ella me llamó nada más salir del programa porque estaba muy indignada conmigo. Yo entendí que defendiera a su madre pero le dije que, entonces, hasta aquí llegaba nuestra amistad».
Pese a estas tajantes palabras, Oriana asegura que siente mucha pena con esta situación. Confiesa tener mucho cariño a Alejandra Rubio, pero su orgullo va por encima de todo. Y, según ella, no va a permitir que «una niña de 18 años le mande a paseo». La consecuencia de un sin fin de acusaciones, ha derivado en que ambas se hayan borrado y bloqueado de Instagram.
