Doña Sofía está viviendo un final de verano difícil. La operación de don Juan Carlos la ha tenido preocupada. Aunque se vendió como algo que estaba controlado, la realidad es que la intervención tenía su enjundia. Pues bien, una vez don Juan Carlos fuera de peligro, la reina Sofía se enfrenta a otra difícil papeleta que la tiene muy preocupada. Un familiar muy querido atraviesa un problema de salud que preocupa a la madre de don Felipe. Se trata de alguien muy próximo a ella, que siempre la ha apoyado. ¿Qué ha pasado? Te lo contamos todo a continuación.
El verano más atípico de la familia real
> Letizia ha llevado la batuta en cuestión de vacaciones reales. Lo cierto es que los miembros de la familia real no quieren coincidir con ella. Están hartos de sus formas. La reina se ha ganado a pulso la repulsa que genera entre los Borbones a fuerza de feos y desplantes. Don Juan Carlos decidió no pisar Palma y enrolarse en una regata en el norte de Europa. Siguió sus pasos la infanta Elena, que hace mucho decidió no cruzar palabra con la reina.
La única que estuvo al pie del cañón fue doña Sofía. Se dejó ver con Leonor, Sofía y esa díscola nuera que tantos dolores de cabeza le ocasiona. La cuestión es que acabadas las vacaciones oficiales de los reyes en Palma, Letizia y sus hijas pusieron rumbo a otro lugar. Mientras tanto, don Felipe se quedó en la isla disfrutando de sus amigos, a quienes su mujer no traga, y de sus padres. Fue irse la reina y aparecer don Juan Carlos.
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