La buena suerte ha llegado a la vida de Álex Lequio. Y lo ha hecho para quedarse. Tras la tempestad viene la calma, y él ahora está disfrutando de una etapa en la que todo le sonríe. Eso sí, no quiere precipitarse en ningún aspecto sino ir paso a paso y disfrutar del día a día. En este sentido, ha hecho una curiosa petición a su madre, Ana Obregón.
Álex y su manera de crecerse en las adversidades
> Hay que dar marcha atrás en el tiempo y situarnos hace doce meses para establecer el momento exacto en el que la vida de Álex Lequio cambió. Un auténtico punto de inflexión marcado por el terrible diagnóstico del cáncer. Pero el joven ha demostrado que la fuerza la lleva impresa en su ADN. Es un luchador nato. Así, ha dado una auténtica lección de valentía durante su pelea contra la enfermedad. Su tratamiento al otro lado del charco se alargó durante algo más de medio año, pero él nunca perdió la sonrisa ni tiró la toalla. De hecho, cuando regresó a Madrid lo hizo con más ganas que nunca de comerse el mundo. Trabajador nato, cuando aterrizó en la capital lo primero que hizo fue retomar los negocios que había dejado en stand by.
Esta fatídica experiencia también le ha hecho relativizar y tener más clara que nunca su lista de preferencias. Al otro lado del charco lo pasó mal, pero esta experiencia le ayudó para estar más unido que nunca a sus padres. Ahora considera a Ana Obregón y Alessandro Lequio sus mejores amigos. En la Gran Manzana, además, recibió el apoyo de familiares y amigos. La suma del apoyo de todos ellos ha sido para el joven una inyección de energía. Además, ahora que ve todo con cierta perspectiva, Álex se ha encontrado con un regalo con el que no contaba. Entérate de qué se trata.
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