A esto hay que sumar que el apetito sexual puede haber cambiado. De hecho, hay un estudio que se ha publicado recientemente en Estados Unidos que habla de que un 63% de las parejas pierde su frecuencia natural de relaciones sexuales y no siempre es sencillo para ellos tras la paternidad. Tanto es así que se ha demostrado que el 30% de las parejas con hijos puede llegar a disfrutar de relaciones 1 o 2 veces al mes.
El cansancio, la responsabilidad y la nueva adaptación a la vida parental son un abismo del que poco se habla en pareja.
Decir que las relaciones sexuales no son importantes en una pareja es alejarse de una realidad que, año tras año, complica la convivencia y acaba, en algunos casos, con consultas a terapeutas y expertos en relaciones.
Trucos para mejorar las relaciones sexuales tras ser padres
Según los expertos, hay una serie de consejos que pueden aliviar la tensión de estos cambios y ayudar en el encuentro intimo con la pareja.
- Sorprender con un sitio diferente siempre. Siempre hay que pensar de que no siempre repetir escenario puede tentar. Buscar el encuentro en varios rincones distintos del hogar es una buena forma de sorprender y salir de la rutina y monotonía de la pareja. Cambiar los hábitos y horarios puede ser la clave para volver a propiciar esa necesidad de encuentro.
- El sexo es muy recomendable hacerlo. “Siempre debemos pensar que el sexo es imprescindible para que la pareja se sienta viva y feliz. Pero es una relación que hay que cultivar. Hay que probar cosas nuevas, productos eróticos, nuevas posturas” explican desde la tienda erótica Picansex. En las tiendas eróticas hay productos que pueden ayudar a cumplir sueños y a sorprender a la otra parte.
- Dejar a los hijos a un familiar. No ocurre nada por dejar durante una tarde o día a los hijos con los abuelos o los cuñados. Fomentar un tiempo solos en pareja es vital, pero también es en beneficio de los pequeños, que establecen lazos de acercamiento y confianza con su familia.
- Hablar las cosas en pareja. Es necesario comunicarse, hablar de la distinta etapa y apetencia sexual. Solo así ambas partes pueden entender el proceso por el que pasa la otra parte para poder apoyarle. No hay que tener tabús ningunos a la hora de tener esa conversación para salvar la intimidad.
