Once de la noche del 3 de mayo de 2017. Londres, Reino Unido. La reina Isabel II convoca en una reunión urgente a todo su personal de servicio para ofrecer un comunicado oficial a los medios de comunicación a nivel mundial a las diez de la mañana (hora local) del día siguiente. Inglaterra se paraliza. Tengamos en cuenta que la madre del príncipe Carlos tiene 92 años y su marido, el duque de Edimburgo, tiene casi 96. ¿Se trata de un problema de salud de alguno de ellos?
La prensa amarillista, concretamente el periódico ‘The Sun’, publicaba por error en su versión online la noticia de que el Príncipe Felipe había muerto a los 95 años de edad, algo que la BBC se ha apresurado en desmentir: «No se trata de una cuestión de salud ni de la Reina ni de su marido».
https://twitter.com/CourierBoyUK/status/860060746612428803
The BBC understands there is no cause for concern regarding the health of either the Queen or Prince Philip.
— @PeterDGPHunt (@PeterDGPHunt) May 4, 2017
Efectivamente así ha sido, no ha sido nada relativo a la salud directa de los monarcas pero sí que tiene que ver directamente con su disposición física. En un comunicado firmado por la Casa Real británica se informa de que «Su alteza real el Duque de Edimburgo, no va a seguir con sus apariciones públicas, visitas ni compromisos oficiales desde el próximo otoño. No obstante, Su Majestad la Reina sí que seguirá con la vida pública y todos los compromisos adquiridos hasta hoy».
Prince Philip has "full support" of the Queen in deciding to stop public engagements – Buckingham Palace statement https://t.co/E47Nd4atqK pic.twitter.com/rr2SMgoUEE
— BBC Breaking News (@BBCBreaking) May 4, 2017
