Imagínate poder comprar lo que necesitas sin esperar al próximo ingreso o afrontar un gasto inesperado sin pedir favores ni complicarte. Una tarjeta de crédito es mucho más que un plástico con límite: es una forma de acceder al dinero justo cuando lo necesitas, con total flexibilidad y sin complicaciones. Con Plazo Credit, además de tranquilidad, también recuperas parte de lo que gastas.
¿Qué es una línea de crédito y cómo funciona?
Dinero disponible, solo si lo usas
Una línea de crédito es una cantidad de dinero que tienes siempre a mano, pero que solo utilizas cuando realmente lo necesitas. No se cobra nada por tenerla ahí, ni estás obligado a usarla cada mes. Tú decides cuándo disponer de ella, cuánto tomar y cómo devolverlo. Lo mejor es que solo pagas intereses por lo que gastas, ni un céntimo más.
Funciona como una especie de colchón financiero. Lo tienes disponible en todo momento, pero no afecta a tu cuenta hasta que decides usarlo. Puede ser a través de tu tarjeta de crédito o directamente desde la app, donde eliges el importe, revisas las condiciones y gestionas los pagos.
Flexibilidad real para tu día a día
Este sistema es perfecto para compras de última hora, billetes de avión que no pueden esperar o incluso para aprovechar rebajas que no duran mucho. También viene bien si decides renovar el armario justo antes de que empiece una nueva temporada o si tienes una reparación en casa que no da tregua. Saber que puedes acceder a una línea de crédito en cualquier momento te da margen de maniobra y mucha tranquilidad.
Ahorra mientras compras con Plazo Credit
¿Gastar y ganar al mismo tiempo? Sí, es posible
Con cada uso de tu tarjeta o de tu línea de crédito en comercios seleccionados, Plazo Credit te devuelve parte del importe gracias a su sistema de cashback. Esto significa que puedes ahorrar sin cambiar tus hábitos, simplemente pagando con la tarjeta que ya tienes en el bolsillo.
A lo largo del mes, esos reembolsos se acumulan y acaban siendo un extra que puedes usar como quieras. Hablamos de dinero real que vuelve a ti solo por usar tu tarjeta con cabeza.
Pequeñas decisiones, grandes ventajas
Este beneficio convierte tu tarjeta en algo más que una herramienta financiera. Es una forma de planificar mejor tus gastos, de estirar un poco más tu presupuesto y de darte algún capricho sin remordimientos. Incluso cuando solo usas la línea de crédito en momentos puntuales, el cashback está ahí, premiando tu fidelidad.
Todo bajo control, sin papeleos ni líos
Desde la app puedes consultar tu saldo, ver lo que has gastado, modificar plazos o contactar con atención personalizada si surge cualquier duda. Sin oficinas, sin impresoras y sin perder tiempo en llamadas eternas. El control de tus finanzas está en tu mano, literal.
Tener una tarjeta de crédito asociada a una línea de crédito te permite adaptarte a cualquier imprevisto sin agobios. Además, si recuperas parte de tu dinero con cada compra gracias al cashback, el beneficio es doble. Estas soluciones modernas no solo facilitan tu día a día, sino que te ofrecen ventajas reales con cada decisión que tomas.