El bautizo de Carlitos, el hijo de María Zurita, ha dejado al descubierto otro problema que azota a la familia real. No es casualidad que don Felipe, doña Letizia y la reina emérita no estuvieran presentes. Todo obedece a una estrategia muy bien estudiada y diseñada. Desentrañamos el misterio a continuación. Sigue leyendo.
Vivo de milagro
María Zurita es otra desde que naciera su hijo, a quien ha querido poner el mismo nombre que su padre, el doctor Carlos Zurita. Lo cierto es que Carlitos ha luchado como un jabato para sobrevivir, y lo ha conseguido. La sobrina del rey emérito sufrió un desprendimiento de placenta y eso hizo que el parto se adelantara. El bebé nació en la semana veintinueve de gestación.
La hija de la infanta Margarita se encontraba en casa de una amiga cuando se despertó en medio de la noche y empapada en sangre. Rápidamente, avisó a su amiga y se fueron directas al hospital. Al despertar, María se encontró en la UCI pero el bebé no estaba con ella. Se alarmó pero la sonrisa de su padre la tranquilizó. Después fue informada que Carlitos había nacido con un soplo al corazón. Tuvo dos paradas cardiorrespiratorias a los pocos días de venir al mundo que hicieron temer seriamente por su vida.
Sofía, una reina muy conservadora
Hace ya tiempo que María se planteó ser madre, y decidió cumplir su deseo recurriendo a la inseminación artificial. Un hecho que causó cierta controversia entre algunos miembros de la familia real. Aunque la hija de la infanta Margarita asegura que a doña Sofía le pareció muy bien la idea, cuesta creer porque la reina emérita es una mujer muy conservadora en este sentido.
El príncipe Felipe puso mucho empeño en ocultar ciertos episodios del pasado de su novia porque sabía que si su madre se enteraba, la relación con Letizia podría irse al traste. Y fue ahí cuando la periodista recurrió a su primo, David Rocasolano, para que se hiciera con un expediente y lo destruyera. El abogado le dijo a la reina que había cumplido su petición pero no fue así. Cuando años más tarde David publicó Adiós, princesa, incluyó el documento en cuestión en el libro.
El rey toma medidas contundentes
Hace muchos años, Simoneta Gómez-Acebo, hija de la infanta Pilar y Luis Gómez-Acebo, protagonizó una campaña publicitaria. El revuelo que el asunto causó fue tal que don Juan Carlos tomó cartas en el asunto. Cuando el spot se emitía en televisión, aparecía un rótulo que explicaba que Simoneta había donado el total de los ingresos percibidos por este trabajo a beneficencia. Jamás volvió la hija de la infanta Pilar a incursionar en el mundo del modelaje publicitario. Una y no más, como Santo Tomás.
María Zurita sorprendió al mundo al conceder una exclusiva tras el nacimiento de Carlitos. Hasta el momento, que se sepa, se trata del primer miembro de la familia del rey emérito que concede un reportaje a cambio de dinero. El asunto no sentó demasiado bien ni a don Felipe ni a doña Letizia, que uno de los suyos esté metido en este tipo de negocios no hace más que perjudicar la maltrecha imagen de la monarquía.
María Zurita y las dudas sobre su economía
A María Zurita siempre se la ha presentado como una empresaria de éxito. Sin embargo, la exclusiva da que pensar acerca de lo saneadas que están sus finanzas. También el hecho de que decidiera volver a casa de sus padres. Se dijo entonces que María lo hacía debido al delicado estado de salud de su madre, porque quería estar cerca de ella.
Sea como fuere, el caso es que la sobrina del rey emérito ha debido verse en un aprieto para realizar una exclusiva, un asunto que, aunque de lado, salpica a Casa Real. No hay que olvidar que la institución está en un momento muy delicado. Ya son dos los miembros de la familia que han sido borrados de la foto oficial, don Juan Carlos y la infanta Cristina.
La mujer que lo cambió todo
Don Juan Carlos consiguió convertirse en un rey muy querido en un país donde no abundan los monárquicos. Su campechanía hizo que fueran muchos los que se declararan juancarlistas. Durante años, la figura del rey emérito fue muy valorada por su labor destacada durante la Transición. A esto mucho contribuyó el pacto no escrito que firmó la mayoría de la prensa española para no sacar a colación la vida privada del monarca.
Las cosas empezaron a cambiar con la llegada de Letizia Ortiz a Zarzuela. De repente, los medios empezaron a reseñar ciertos aspectos de la periodista que no eran de su agrado. Su vida y milagros quedaron al descubierto. Uno de los cronistas más opuestos a la reina fue, y sigue siendo, Jaime Peñafiel, quien echó mano de los argumentos de don Juan de Borbón para rechazar a la periodista: “Una reina no debe tener pasado”.
Los enemigos de Letizia
Los primeros años de Letizia como princesa fueron muy complicados. Su excesiva delgadez denotaba que lo estaba pasando mal. Quería desempeñar su papel a la perfección y solo recibía críticas. Por otro lado, también en casa tenía que lidiar con zancadillas. Iñaki Urdangarín, con la complacencia de la infanta Cristina, se puso en su contra. Y no solo eso, sino que quiso interponer también al rey. Día de furia los que vivió la soberana.
Jaime de Marichalar también fue muy crítico con Letizia. Para él, miembro de una familia noble de rancio abolengo, la periodista constituía una mala elección por parte de don Felipe como compañera de viaje. En ningún momento la vio con posibilidades de salvar con nota el papel de princesa. Tanto él como Urdangarín estaban convencidos de que el matrimonio fracasaría antes de que llegara el momento de reinar.
El rey se quedó sin crédito
A don Juan Carlos se le acabó el redito otorgado por los ciudadanos tras el escándalo Botswana. Al país africano se fue junto a Corinna para disfrutar de un safari de lujo. En aquellos momentos, España sufría una fuerte crisis económica que causó estragos entre los ciudadanos. Tal fue el escándalo que el rey emérito se disculpó a su salida del hospital donde fue intervenido por una caída ocurrida en Botswana. “Lo siento mucho, no volverá a ocurrir”, manifestó el monarca.
Fue entonces cuando en Zarzuela se puso en marcha la maquinaria para que don Juan Carlos abdicara. Durante dos años, el rey emérito estuvo en un “sí pero no” tras el cual se escondía Corinna, de quien don Juan Carlos dependía a nivel emocional. La ex princesa no quería perder los privilegios que conlleva ser pareja del rey. En aquellos días, el monarca estaba dispuesto a divorciarse para casarse con ella.
Una amante despechada
Corinna nunca ha digerido que el rey Juan Carlos le dijera adiós. Fue algo que le pidió su hijo y aceptó. El rey emérito mitigo el dolor de la ruptura en brazos de Marta Gayá y refugiándose en buenos amigos que han conseguido que remontara el vuelo. Y cuando ya don Juan Carlos parecía disfrutar de una jubilación tranquila, aparecieron unas grabaciones donde podía escucharse a Corinna acusándole de cosas muy graves, entre otras, el uso de testaferros y tener depositado mucho dinero en bancos suizos.
El tsunami que levantaron las palabras de la que fuera amiga entrañable del rey emérito hizo que en Zarzuela se movilizaran. Había que salvar a don Felipe de su padre. Se acordó entonces que ambos no volverían a compartir actos públicos. Se había anunciado que don Juan Carlos acudiría a Palma durante el pasado mes de agosto. El cordón sanitario que se extendió para que don Felipe no se contaminara hizo que su padre fuera apeado de las vacaciones reales. Se habló de que su salud era delicada y que le convenía reposo.
Sofía, Felipe y Letizia, les sobran los motivos
Doña Sofía ha sufrido horrores desde que las palabras de Corinna se hicieran públicas. Una cosa es que se hable de las infidelidades y otra muy distinta que se confirmen. Ha sido la última humillación pública que la reina emérita ha sufrido por culpa de su marido. Se casó muy enamorada y pronto descubrió que no era correspondida. Y eso que Franco confiaba en que Juan Carlos se tranquilizara una vez casado. Sin embargo, imposible aplacar su virilidad.
Tras lo sucedido, la reina emérita decidió que no quería volver a compartir espacio con su marido, de quien no ha recibido todavía ni un “Lo siento”. Doña Sofía tiene muy claro que no estará donde se encuentre su marido, y ese fue el motivo por el que se borró del bautizo del hijo de María Zurita. En el caso de don Felipe y doña Letizia, siguen con lo pactado en la Operación Salvar al Rey. Ni una sola imagen junto a don Juan Carlos. La Corona está en juego.
Parece que Suso no sabe hacer ningún concurso sin engancharse a una persona. La primera vez que le vimos fue en el Gran Hermano anónimo. Un jóven que llegaba con un físico trabajado y muy vacilón. Quizás eso fue lo que le embrujó a su querida amiga Sofía Suescun. Los dos tuvieron una relación muy corta pero intensa. Después Suso se fijo en Raquel, otra concursante, mucho más mayor que Sofía que le volvía loco. Al final Suso decidió acabar su concurso soltero y sin relación con ninguna de las dos.
Hablar de las tendencias que acaba influyendo en el modo de vestir, pensar e incluso en el aspecto físico que uno desea tener, es hacerlo de una realidad mucho más estricta de lo que se piensa. La influencia de las redes sociales ha hecho mella en gran parte de la población. Y, como resultado, las cifras indican que cada año aumentan las operaciones de cirugía estética en el mundo, y España no es una excepción.
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