Jaime Peñafiel es el azote de la monarquía, una fuente de titulares que no se agota nunca. Tan certeros como duros y críticos contra la institución. Sus últimas insinuaciones sobre la vida privada de Felipe VI han puesto en un brete al monarca. El menos cortesano de los periodistas que informan sobre Casa Real ha provocado un nuevo escándalo. Y no solo ha hablado del hijo, también de su padre, cuya vida sentimental ha sido demasiado intensa.
La miseria del padre de Felipe VI
Jaime Peñafiel ha concedido una amplia entrevista a la revista 10 Minutos en la que habla largo y tendido sobre la Monarquía. Sus muchos años de cronista real le avalan como testigo privilegiado de los entresijos del Palacio de la Zarzuela. Tanto es así que el padre del Rey llegó a decirle que pasaba serios apuros económicos. Don Juan Carlos le contó incluso cuanto ganaba y su menesterosa vida cuando era príncipe de España.
Las 75.000 pesetas con las que tenía que pagarlo todo
Eran 75.000 pesetas lo que percibía durante sus primeros años. Peñafiel añade que “con ellas debía abonar el servicio, la comida, en fin una miseria. Les controlaban las coca colas que se tomaban”. Semejante situación fue una humillación para ellos que les marcó toda la vida. Fueron en palabras de Peñafiel, años muy difíciles, pero, aún así, la reina Sofía se mantuvo al lado de Juan Carlos. Se casó muy enamorada de su marido, y “el, ni si, ni no”. No es el caso de su hijo, Felipe VI, quien antes de enamorarse de Letizia perdió la cabeza por una mujer. Gracias a Peñafiel nos hemos enterado de algo que nunca pudimos sospechar. Y está también relacionado con el dinero, algo que nunca se debe mezclar con el amor.
¿Se pagó a Eva Sannum para que desapareciera?
Jamás nadie había llegado tan lejos. Jaime Peñafiel se hace una pregunta cuya respuesta, probablemente, solo tiene el CNI. Esto es lo que ha dicho: «A mí gustaría saber si se le pagó a Eva Sannum o no para que desapareciera. Eso solo lo sabe Fernando Almansa. Y es que al Rey le faltó valor para hablar con su hijo. Que le apartaran de la mujer que amaba supuso un golpe durísimo para Felipe VI». Pocos saben lo mucho que llegó a quererla. Pero no supo protegerla como sí hizo con Letizia.
La Cenicienta noruega a quien todos criticaban
No le pusieron escoltas en Oslo, donde decenas de pararazzi de Europa la seguían al centro donde estudiaba todos los días. Felipe VI dejó que trascendiera su historia de amor y se la juzgó sin piedad. Su único pecado era ser de clase humilde, hija de divorciados, y haber posado en ropa interior. Con Letizia coincidía en muchos aspectos, pero nadie se mostró tan inmisericorde con ella. Felipe aprendió la lección y anunció su compromiso casi con nocturnidad y alevosía. Y antes, como recuerda Peñafiel, puso en jaque al Estado por Letizia.
Un chantaje de un hijo a un padre
Según Peñafiel el Príncipe les dice a sus padres en relación con Letizia:«Esto es lo que hay, o lo tomáis o renuncio al trono. El ultimátum fue tan fuerte que el actual Rey abandonó a sus padres en el día de la fiesta nacional porque estaba con Letizia en Estados Unidos. Se negó a volver a España. Y ese día se dieron cuenta de que tenían que “tirar la toalla”, como dice Peñafiel. La suerte estaba echada y la Reina apoyó muchísimo a Letizia al principio, al contrario que su marido. Y lo ha seguido haciendo durante mucho tiempo. Hasta el punto de perder la dignidad por ella. No estuvo bonito que tuviera que escenificar una reconciliación “falsa” acudiendo al hospital junto a Letizia y sus nietas: En ese momento fue cuando la Reina, afirma Peñafiel perdió la dignidad con su nuera. Pero ya antes había sufrido situaciones muy humillantes.
Infiel incluso en pleno noviazgo
Don Juan Carlos se acostó con Olghina de Robilant, una condesa de la que estuvo muy enamorado, cuando iba a pedir la mano de Sofía. La entonces princesa griega, como Lady Di quería al hombre, no se conformaba con la corona. Con el tiempo quedó muy decepcionada. Hasta lo pillo una vez con las manos en la masa. Te lo contamos a continuación.
El cazador, cazado
Juan Carlos se va a cazar a una finca próxima a Madrid, se lo advierte a Sofía. Ella decide darle una sorpresa y se planta allí con sus hijos, sin avisar. “Cuando entra ve que no hay guardias civiles, ni coches: se extraña y entra en la casa, le explican que el Rey no está, pero ella va habitación por habitación hasta que le encuentra en una situación en la que no cabe escudarse. Tanto se enfadó que se fue a Madrás con su madre y con su hermana y sus tres hijos, incluso le pidieron a Peñafiel que intentara mediar: “Yo no podía prestarme a esa farsa, porque la reina se fue para no volver, perolas presiones fueron tantas que al final regresó”. Y aún está aquí. Y no solo ha sido humillada por su suegra, también por su nuera. ¿Se habrá arrepentido la reina de haber puesto tantas pegas al príncipe para que no se casara con Eva Sannum?
Tal vez la modelo noruega podría haber sido una buena reina
Es probable que solo muy pocas personas sepan si a Eva Sannum se la pagó o no para que desapareciera de mapa, como hacían en las novelillas del XIX las señoras que cuyas criadas habían tenido un desliz con el señorito. Pero también es cierto que hizo muchos esfuerzos para estar a la altura. Con excepción del famoso vestido que lució en la boda de Haakon Magnus, todos sus pasos estuvieron muy medidos. Hasta hizo catequesis para convertirse en católica, mejoró su cultura, sus conocimientos de protocolo y aprendió español. Es feliz y ha formado una familia. Una mujer de éxito que triunfa en la publicidad. Tal vez sea más dichosa que Felipe VI. ¿Se arrepentirá él de no haber luchado por su amor como hizo con Letizia?