El rifirrafe entre doña Letizia y doña Sofía marcó un antes y un después en Casa Real. La reina se salió del tiesto y fue necesario meterla en cintura. Poco a poco, ha ido perdiendo el poder que tenía en Zarzuela. Para colmo de males, don Felipe ha tomado una drástica decisión que deja a doña Letizia como perdedora y a don Juan Carlos y doña Sofía como ganadores. Así se ha desarrollado el último movimiento del rey que ha dejado claro quién es quién en la Familia Real.
La desesperación del rey
La abdicación de don Juan Carlos fue portadora de mala relación entre el rey emérito y don Felipe. El primero interpretó que su hijo le había hecho la zancadilla, llegando a engañarle con promesas que no cumplió. Mientras el monarca saliente maldecía su suerte, doña Sofía ganaba enteros hasta convertirse en imprescindible. Pasan los años y sigue siendo la más valorada en las encuestas sobre los miembros de la familia real.
Don Juan Carlos se desesperó cuando no fue invitado al cuarenta aniversario de las primeras elecciones democráticas celebradas en España. Ocurrió en junio del año pasado y trascendió que el emérito llegó a manifestar: “Hasta han invitado a las nietas de la Pasionaria y a mí me han excluido”. El malestar de don Juan Carlos se propagó como la espuma y puso en un brete a don Felipe. Pero hay más. Mucho más…
El reconocimiento del rey a su padre
Don Juan Carlos entró en una espiral de mala suerte que culminó cuando se hicieron públicas las grabaciones de Corinna. Eso evitó que estuviera presente en el verano real en Palma. Fue apartado y se le conminó a que fuera discreto. Lo importante era que no contaminara a su hijo. El enfado del emérito era tal que a punto estuvo de no acudir al cumpleaños de su esposa para fastidiarla a ella y a su hijo. A ambas les considera culpables del ostracismo en el que está sumido.
Para don Felipe no ha sido plato de gusto tener que alejarse de su padre. Es por eso que ha decidido darle el reconocimiento que merece. Y lo hizo durante el acto de celebración del cuarenta aniversario de la Constitución. El rey tuvo palabras de agradecimiento para don Juan Carlos y doña Sofía: “Una Monarquía Parlamentaria, en el seno de una democracia, que impulsó mi padre el Rey Juan Carlos I, de forma tan decisiva y determinante, durante aquel periodo trascendental de nuestra historia. Y siempre junto a él, el apoyo permanente y comprometido de mi madre, la Reina Sofía”. Cambio de tercio…
Al cielo, Juan Carlos. Al infierno, Letizia
Ciertamente, don Juan Carlos no las tenía todas consigo acerca del reconocimiento público de su hijo. Y no solo eso, sino que también lo ha rehabilitado. Hacía una década que don Juan Carlos y doña Sofía no protagonizaban una felicitación navideña al alimón. Pues bien, don Felipe ha querido que así sea. Con la medida quiere que todo el mundo sepa que sus padres van a estar muy presentes durante su reinado. Eso siempre que don Juan Carlos no tenga más meteduras de pata, como la cometida al estrechar la mano del príncipe Salman.
Este cambio de tercio no está siendo agradable para doña Letizia. Confiaba la reina con que podría ejercer el cargo sin tener cerca a sus suegros. Sin embargo, los movimientos de su marido ya le han dejado claro que no. Sin duda, un revés para Letizia, que ha visto como su poder se ha ido reduciendo desde que ocurriera el rifirrafe con doña Sofía en Palma.
La reina hizo mal uso del poder
Una de las cosas que más le han afeado a doña Letizia su familia política ha sido el empeño que ha puesto en que la infanta Cristina y el rey emérito siguieran apartados del núcleo duro de la familia real. En este sentido, la reina ha conseguido sacar de sus casillas a doña Sofía y la infanta Elena. Muy crítica se ha mostrado Elena con su hermano, a quien ha llegado a acusar de estar manejado por su esposa. Las cuñadas hace años que no cruzan palabra ni en público ni en privado.
Todo indica que doña Letizia sintió que tenía demasiado poder y lo usó de forma desigual. Sin embargo, sus acciones le han pasado factura y ahora vive tiempos de perfil bajo. Su protagonismo se circunscribe al de don Felipe. Se acabaron los desplantes en público y las malas maneras. Doña Sofía está más presente que nunca y en palacio desean que algo se le pegue de ella a la reina. Sobre todo, don Felipe, a quien tanto carácter ha acabado hartándole.
La sombra de la duda mancha a Letizia
Por otro lado, el misterio de las grabaciones de doña Letizia continúa. En los mentideros políticos se daba por seguro el día 6 de diciembre como la fecha en que se harían públicas. En ellas puede escucharse a la reina al alimón con Javier López Madrid. Hace unos años, la pareja gustaba de mantener encuentros a solas en un piso de doscientos metros cuadrados que el empresario encargó barrer para descartar que se hubieran instalado micrófonos.
Lo peor estaría todavía por llegar si se hacen públicos los chats que López Madrid guardaba en su móvil y que andan en manos indebidas. En cualquier caso, solo la sombra de la duda ya mancha a doña Letizia. Una de las reinas de su generación que más en entredicho está.