Fabiola Martínez se ha sentado en el plató de Arusitys Prime con la intención de normalizar el caso de su hijo Kike y transmitir a todo el público cómo es el día a día de la madre de un niño con parálisis cerebral. La mujer de Bertín Osborne es también la presidenta de la Fundación Bertín Osborne y ayuda a todas esas familias que sufren de casos como el de su pequeño. Martínez lo tiene claro, y es que “no va a esconder a su hijo”. Te contamos todo lo que ha contado sobre cómo se encuentra Kike, a continuación.
El drama de Fabiola y Bertín
> La vida cambió para Bertín Osborne y Fabiola Martínez cuando nació Kike. La gestante sufrió una infección durante el embarazo que no le fue diagnosticada a tiempo. Fabiola le explicó al ginecólogo los síntomas que tenía, pero no se le hicieron las pruebas pertinentes. El resultado, listeria. La bacteria afectó a la placenta y una septicemia provocó el parto prematuro de Kike.
Cuando Fabiola y Bertín conocieron la realidad de Kike, se derrumbaron. El médico les dijo que el niño sería un vegetal y que sus perspectivas de vida eran cortas. El panorama era desolador. Kike no hablaría, no caminaría ni tendría capacidad de reacción. Fue entonces cuando al matrimonio se le vino todo encima. Ahora ya tienen todo este asunto normalizado, y este viernes Fabiola Martínez se ha sentado en el plató de Antena 3 para contar en primera persona cómo se encuentra el pequeño. Si quieres enterarte de todo lo que ha dicho, sigue leyendo.
Siguiente: el complicado tratamiento de Kike
El complicado tratamiento al que se enfrenta Kike
> Fabiola ha hablado con Alfonso Arús y el resto de los colaboradores de las duras intervenciones por las que ha tenido que pasar Kike: «Las operaciones han sido muy agresivas y no sabes cómo va a responder Kike«. Incluso ha especificado sobre un caso concreto bastante delicado en el que «se le fracturaron los fémures de forma espontánea».
«Gritaba de dolor y no sabíamos qué pasaba», confesó Martínez. Día a día la familia y el pequeño luchan para que se recupere lo antes posible. Para ello, han retomado un tratamiento exclusivo que le ayuda a caminar gracias a la ayuda de un robot de 150.000 euros con el que renueva su masa muscular: «Ya tiene registrado en su cerebro lo que es un paso para caminar», aseguró una Fabiola visiblemente emocionada. Una familia que no cesa en el intento para que el niño tenga una vida normal en el futuro. Además, la fémina ha contado que durante el proceso han tenido que recurrir a la ayuda de psicólogos. Sigue leyendo para saber más.
Siguiente: ayuda psicológica
Ayuda psicológica
> «No estamos locos por ir al psicólogo». Esta ha sido la respuesta de Fabiola tras preguntarle si había recibido alguna ayuda extra para afrontar y asimilar todo este proceso. La presidenta de la Fundación Bertín Osborne ha confesado que han recurrido a la terapia para hacerle frente a los peores momentos. Eso sí, ha dejado claro que su mayor apoyo en esta lucha es, sin duda, su familia, más concretamente su marido, que es el que vive el día a día junto a ella.
De toda la ayuda recibida, la supermamá ha aprendido que «hay que llorar cuando te apetece» y sin ningún tipo de miedo al qué dirán. Se define claramente como una madre «muy estricta» con sus niños, a la vez que reconoce públicamente que ha tenido «que aprender a controlar sus emociones» por el bien de los pequeños. Al margen de esta delicada realidad que afecta de pleno a sus vidas, Fabiola mira al futuro y ha hablado de su vida en la ciudad, algo que casi le costó el divorcio con Bertín Osborne.
Siguiente: al borde del divorcio
Fabiola y Bertín Osborne, al borde del divorcio
> Dejando de lado por momentos el tema de su hijo Kike, la persona más importante de su vida, Arus preguntó a la venezolana cómo vivieron en la familia el traslado del campo a la ciudad por su hijo. Fabiola no negó la fuerte discusión que casi le cuesta la ruptura con su marido, ya que este no quería mudarse a la gran ciudad. “¿Te costó mucho convencer a Bertín para que dejarais el campo y os trasladarais a la ciudad?”, le preguntó el catalán. “Casi el divorcio, pero gané”, respondió la mujer del cantante.
A pesar de que ambos son conscientes de que el cambio de vida ha sido por el bien de Kike, su futuro a medio-largo plazo quieren que sea alejados del bullicio: “Mi vida idílica futura es con los dos viviendo en el campo, con Kike y los nietos que vengan. Estamos planificando la nueva casa. En principio la tendremos para enero o febrero”, sentenció Fabiola. Una emotiva entrevista que muestra la realidad de una madre entregada y luchadora en la causa.
Siguiente: una lucha continua
La lucha de dos padres desesperados
> Fabiola y Bertín no se conformaron con el diagnóstico inicial sobre su hijo y buscaron la luz. La encontraron y fue entonces cuando decidieron poner en marcha una fundación para dar ayuda y guiar a las familias que se encuentran en la misma situación que ellos. Gracias a los cuidados, Kike ha mejorado y va saltando obstáculos. A diario recibe masajes para reforzar la musculatura y así poder ponerse en pie y dar algunos pasos. Su mejor compañero, su hermano. Carlos está pendiente de él y se ha convertido en un gran apoyo para sus padres. Jamás se queja porque toda la atención recae en Kike y colabora en todo. Es un amor de niño.
Coincidiendo con el Día Mundial de la Parálisis Cerebral, el cantante y su esposa mantuvieron un encuentro con las personas vinculadas a la Fundación Bertín Osborne. Durante el discurso que protagonizó el artista, se rompió al hablar de Kike y de Fabiola. Fue cuando quiso agradecer a su esposa todo lo que hace como madre de pequeño. Y es que la venezolana está completamente volcada en su hijo. De hecho, ha dejado de lado su faceta profesional y tan solo escoge proyectos que no supongan pasar mucho tiempo fuera de casa.
.
