La revista Semana ha dedicado unas páginas a recordar la batalla judicial que mantienen los hijos de Sara Montiel con el exrepresentante de la artista. Francisco Fernández Peñalver fue su administrador en la etapa de mayor esplendor de la cantante. Relación que aprovechó para apropiarse de un dinero que no le correspondía. El juez decretó su ingreso en prisión y una multa de 344.000 euros, a parte de una multa diaria de 2.400. Desde 2017, fecha en la que se resolvió el juicio, Zeus y Tahis, hijos de Sara, todavía no han recuperado el dinero que se llevaron de su madre. Hoy analizamos cómo se gestó el engaño y aprovechamos para recordar otros famosos que también fueron estafados por sus representantes. ¿Sabían que a Luis del Olmo le intentaron robar cinco millones de euros?
La traición de Peñalver y su excusa para no entrar en prisión
> La relación entre Sara Montiel y su mano derecha, Francisco Fernández Peñalver, comenzó a principios de los 90. Era la persona de confianza de Pepe Tous, marido de Sara. Tras su muerte se convirtió en la persona que administraba su fortuna. En 1997 le nombró administrador de una de sus empresas, Música y Estrellas. Los años fueron pasando sin ningún problema aparente. Así que poco tardó en gestionar las otras dos sociedades de la cantante: Elpi S.A y Linche S.A. En el año 2008 tenía un control absoluto de todo el patrimonio. Los hijos de la artista aseguran que se aprovechó de la confianza que, en su día, obtuvo de Pepe Tous. Tal fue el engaño de Peñalver que logró incluso que Sara le nombrase tutor legal en caso de incapacidad.
En diciembre de 2009 Sara Montiel empezó a sospechar de irregularidades en la gestión de su patrimonio. Lo que le llevó en enero de 2010 a retirar todos los poderes a Peñalver e iniciar una campaña judicial que todavía no está resuelta. El único logro de los hijos de Sara fue conseguir que entrara en prisión, pues aún no han recuperado el dinero que se llevó de su madre. Francisco retiró 63.438 euros de las cuentas de Sara en 2009. También quedó demostrado que se apropió de 62.000 euros para comprarse un coche de lujo y que no entregó a Sara el dinero de los apartamentos que tenía alquilados. Uno de ellos tenía un valor de 5.000 euros mensuales y el otro de 10.450. Lo más grave fue que intentó no pagar su deuda con la Justicia exponiendo que era insolvente y que su estado de salud no le permitía entrar en prisión.
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Belén Esteban y Toño Sanchís: la estafa más famosa de la televisión
> Belén Esteban y Toño Sanchís fueron inseparables hasta que la colaboradora descubrió la estafa que había cometido su representante. Hasta entonces había sido su íntimo amigo, estaba incluido en su testamento e incluso era el encargado de cuidar de su hija en caso de que ocurriera alguna desgracia. En 2015, una persona muy cercana a Toño, alertó a Belén de que podría haber sido engañada en más de una ocasión. Lo primero que descubrió fue que su mano derecha no dudó en quedarse con todas las mensualidades que recibió de La fábrica de la tele, productora de Sálvame, cuando tuvo que retirarse por problemas de salud. Tampoco le entregó el dinero de 10 de los 15 programas que hizo de Más que baile. Pero aquello fue solo el principio.
Cuando la colaboradora destapó el engaño, empezó a recibir información muy desagradable. Aprovechando que no pasaba por su etapa más lúcida, Toño hizo que Belén firmara contratos donde el porcentaje que recibía el representante era abusivo. “Hay algunos donde él se lleva el 100%”, explicó Belén en Sábado Deluxe. Aunque sin duda, lo que más dolor le produjo fue una información de su compañero Kiko Hernández. Al parecer, Toño Sanchís ya había negociado el dinero que se llevaría en caso de que los problemas de salud de Esteban fueran a más y terminara falleciendo.
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Los Matamoros y Raquel Bollo, engañados por la misma persona
> Desde que Belén Esteban denunció públicamente la estafa sufrida por su representante, Toño Sanchís perdió muchos clientes. Algo similar ocurrió cuando Laura y Diego Matamoros hablaron de una supuesta estafa cometida por Jorge Blanco. Empezó representando a Diego quien, contento por el trato recibido, no tardó en recomendárselo a su hermana. “Me arrepiento de haberlo hecho”, comentaba en Sábado Deluxe. En el mismo programa explicaron como Jorge Blanco generaba problemas entre ellos para provocar que hablasen mal el uno del otro en exclusivas y conseguir así un alto porcentaje de su caché. Los hermanos Matamoros declararon en la revista Lecturas que les faltaba por recibir una cantidad que oscilaba entre los 15.000 y 30.000 euros. Motivo por lo que iban a interponer una demanda conjunta.
Fue gracias a Kiko Matamoros por lo que empezaron la investigación, pues avisó a sus hijos de que el representante no era de fiar. Después de destapar el escándalo, fue Raquel Bollo quien revisó sus cuentas. También trabajaba con Jorge Blanco y siempre había confiado en él por la estrecha relación de amistad que mantenían. “Cuando salió lo de Laura empecé a interesarme por el tema”, comentaba en Sálvame. “Lo de los matamoros, a mi lado, se queda corto”, dijo antes de anunciar que la cantidad que le faltaba ascendía a 50.000 euros. A día de hoy se desconoce si la Justicia ha dado la razón a los supuestos estafados por Jorge Blanco.
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Los cinco millones de euros que le estafaron a Luis del Olmo
> Rogelio Rengel Mercadé era íntimo amigo de la familia de Luis del Olmo. La cercanía que mantenía con su mujer e hijos hizo que le confiara la gestión de sus cuentas. Por ello, cuando descubrió que le había estado engañando durante más de treinta años confesó haber sufrido una de las grandes traiciones de su vida. Mercadé confesó haber utilizado dinero de su amigo sin consultarle, pero aseguraba que no fue para un uso personal. La Justicia terminó declarándole culpable en 2018, por un delito continuado de estafa, a diez años de cárcel y una multa de 14 millones de euros.
Rogelio Rengel se aprovechó especialmente de los ingresos que generaba Luis del Olmo en su faceta de periodista. Por ello, al justificarse, aseguró que el dinero que desviaba de sus cuentas era para salvar empresas informativas que no estaban siendo rentables como la editorial Don Balón. “Espero que pase muchos años a la sombra, porque el dinero no lo voy a recuperar”, comentaba Luis del Olmo tras conocerse la sentencia.