Belén Esteban mercadea con el pasado, resucita muertos y deja abierta la puerta a nuevas exclusivas

Lo ha vuelto a hacer. Belén Esteban ocupa la portada de la revista Lecturas con unas fotografías en las que se deduce cuál fue su verdadera relación con Miguel Ángel Muñoz. Unas imágenes que, casualmente, se publican esta semana, tan solo unos días después de que la colaboradora de televisión concediera una entrevista a la misma publicación en la que aclaraba todo lo relativo al mundo Ambiciones.

Una estrategia con la que Belén pretende resucitar los muertos del pasado, aunque sin hacerlo de forma directa. Para algunos se trata de una manera más realista de seguir mercadeando con su vida, sin embarrarse lo suficiente y, por supuesto, escogiendo los tiempos marcados para sacar mayor rentabilidad. Tal vez sirvan estas imágenes para que La Princesa del Pueblo conceda, de nuevo, una exclusiva contando cómo se sintió durante su breve pero intenso romance con el actor. Porque, ¿a quien le interesa que esta historia salga ahora a la luz? ¿Quién de los dos protagonistas ha confirmado el idilio?

Lo que quizás no aborde sea la verdadera vinculación que tuvo con la familia de Miguel Ángel y cómo recuerda Cristina Blanco, la malograda vidente de los famosos, aquella época en la que el único interés de Belén era permanecer, como ahora, en la primera línea de batalla. Costara lo que costara. Fueron los tiempos en los que paseaba el Cartier que, según ella, le había regalado un marajá y que, lo cierto, fue comprado por ella misma en un venta a plazos de El Corte Inglés.

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