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Alejandra Rubio resurge de las cenizas, da un golpe sobre la mesa y destroza a Hugo Sierra

La hija de Terelu Campos está metida en un lío. Su colaboración en Supervivientes supone un dolor de cabeza para las Campos pues a su inexperiencia en televisión se ha sumado un problema mucho más grave: una demanda por parte de Hugo Sierra. Alejandra Rubio intenta solventarlo de la manera más rápida posible con la ayuda de sus abogados y la decisión que ha tomado ha provocado un tsunami en Telecinco. Parece que por muy inexperta que sea en esto, ha dado un gran golpe sobre la mesa. ¿Quieres conocer su último movimiento? Sigue leyendo.

Del anonimato a la fama en cuestión de días

Alejandra Rubio resurge de las cenizas, da un golpe sobre la mesa y destroza a Hugo Sierra

> Alejandra Rubio tiene 20 años, los suficientes como para saber con determinación qué quiere hacer con su vida. En un primer momento, la hija de Terelu Campos decidió centrarse en sus estudios de moda, aunque finalmente se decantó por ir a la Universidad para sacarse el título de abogada. Sin embargo, el futuro sigue siendo incierto para Alejandra. En los últimos meses, su vida ha dado un giro de 180 grados y en parte, la culpa la tiene la televisión. Comenzó siendo una figura importante en las redes sociales, más tarde, decidió formar parte de Mtmad creando su propio canal de blogs en el que, a la semana, con la ayuda de su exnovio, Álvaro Lobo, su madre y su abuela, María Teresa, contaba algunas anécdotas aún desconocidas para sus followers. Pero esto se le quedaba pequeño y se fue abriendo un camino en televisión del que parece estar muy orgullosa.

Su gran salto ha hecho realidad gracias a Supervivientes. Actualmente, forma parte de los colaboradores que cada semana acuden a plató para dar su opinión acerca de los concursantes. Pero parece que Alejandra ya comienza a saber qué es eso de trabajar en televisión: sus últimas afirmaciones acerca de Hugo Sierra y Adara Molinero no han gustado nada a los protagonistas de esta historia y han decidido tomar cartas en el asunto. La joven tampoco se ha achantado: ha amenazado con demandar.

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