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Alejandra Rubio: la lujosa vida de una estrella destinada al fracaso

Alejandra Rubio por fin ha conseguido lo que buscó desde su primera aparición televisiva: convertirse en una estrella mediática. La pequeña de las Campos hace honor a su apellido y, siguiendo con la tradición familiar, lleva una vida excéntrica repleta de lujos que no son normales para alguien de su edad. A sus veinte años, la nieta de María Teresa ha tenido dos casas, almuerza en los mejores restaurantes de Madrid y tiene bolsos valorados en más de 3.000 euros. Todos los periodistas están asombrados del ritmo de vida de esta joven, pues parece que solo trabaja cuatro horas a la semana en el programa Viva la vida. Pero, en Cotilleo.es hemos descubierto de donde viene el resto de ingresos de la hija de Terelu. Son completamente desorbitados, pero la fama tiene fecha de caducidad. Alejandra parece haber olvidado el final profesional que ha tenido algunos miembros se su familia y se está fundiendo el dineral que gana por apellidarse Campos ¿Acabará como su abuela, María Teresa? 

 

 

 

La joven hace honor a su apellido: bolsos de 3.000 euros y zapatos de diseño 

Alejandra con el bolso Chanel que le ha regalado su abuela > Alejandra Rubio entró en la farándula española por la puerta grande. Nada más cumplir dieciocho años, su madre poso con ella en la revista Hola, y fue una de las portadas más comentadas del año. Los medios de comunicación no tardaron en interesarse por la joven y, en muy poco tiempo, logró ser una de las protagonistas más cotizadas por la crónica social. A pesar de asegurar que no quería seguir los pasos de su familia, desde su primera aparición televisiva Alejandra demostró ser una maestra de la pequeña pantalla. En 2008 debutó con una pequeña entrevista en Morning Glory, un programa de la plataforma digital de Mediaset. Durante todo el tiempo se mostró muy a gusto con las cámaras, e incluso dio su primera exclusiva: “voy al psicólogo todas las semanas” 

Muy pronto, los periodistas se interesaron por saber los motivos, y este interés se tradujo en euros. La nieta de María Teresa enseguida empezó a ganar dinero en televisión. El éxito que tuvo en los platós de Mediaset, le hizo abandonar sus estudios y dedicarse en cuerpo y alma a sacar rendimiento de su vida privada. Alejandra pronto olvidó que era una chica de dieciocho años para convertirse en una joven millonaria. En las fotografías que publica en su Instagram, podemos verla con bolsos de firma valorados en más de 3.000 euros. En su vestidor hay marcas como Loewe, Gucci, Moschino o Jimmi Choo. Al igual que su abuela, es una fanática de los zapatos de diseño. De hecho, María Teresa le ha regalado algunas de estas piezas, concretamente un bolso Channel de color negro.  

Siguiente: ¿Quieren saber cuánto paga Alejandra por su casa? 

 

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Los caprichos más caros de la nieta de Teresa 

Alejandra Rubio en Viva la vida > Alejandra Rubio ha estado acostumbrada a llevar una vida de lujo desde que era pequeña. Su madre, Terelu, era una de las presentadoras más cotizadas de la época. Y su padre un empresario con bastante éxito en sus negocios. Por no hablar, de que María Teresa fue la periodista mejor pagada de la televisión. Es decir, que a Alejandra nunca le ha faltado de nada. Por ello, cumple con todas las tradiciones familiares, incluso con el lastre que persigue al apellido campos: es una auténtica derrochadora. Con tan solo 20 años se ha realizado multitud de tratamientos estéticos.  

Recientemente, muchos medios de comunicación recogieron la noticia de que, la nieta de Teresa, se había gastado más de 600 euros en elevarse los pómulos e infiltrarse unas vitaminas faciales. Aunque, si repasamos su historia mediática este no es su capricho más absurdo. Alejandra quiere hacer creer a su público que es una chica responsable con visión de futuro, motivo por el que está matriculada en una carísima universidad a distancia. El dinero que paga mensualmente por las asignaturas que está cursando, es una cantidad completamente desperdiciada. Pues, si no está en televisión, está divirtiéndose en algún lujoso restaurante o comprándose alguno de los caros modelitos con los que pretende seducir a la audiencia. O, al menos, eso es lo que muestra en sus publicaciones de Instagram. Esperemos que la gente se siga interesando por ella y no tenga el mismo final que su abuela: sin trabajo, sin público y, cada vez, con menos dinero 

 

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