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Jaime Peñafiel le da a Letizia donde más duele y la hunde

Jaime Peñafiel sigue conservando ese estilo directo y elegante que le ha convertido en todo un referente en el mundo de la realeza. Pues bien, el cronista ha puesto las peras al cuarto a Letizia dándole donde más le duele. La cuestión tiene bastante que ver con el famoso “Espejito, espejito mágico, ¿quién es la más bella del reino?”. Ciertamente, la reina ha desarrollado una obsesión por su imagen que se diría le preocupa más que su misión institucional. ¿Qué ha ocurrido? ¿Por qué es noticia Letizia? Te lo contamos todo a continuación.

Las obsesiones de Letizia

Jaime Peñafiel le da a Letizia donde más duele y la hunde

> Letizia Ortiz llegó a Zarzuela y ofreció una imagen juvenil y fresca que gustó. Para nada estaba envuelta en un aura de frivolidad. Sin embargo, hace años que ha desarrollado una obsesión por la belleza y la moda que la han convertido en víctima. Explican a Cotilleo.es que doña Letizia se mira constantemente en el espejo para ver si está perfecta. Y si algo no le convence, vuelve a su vestidor para cambiarse. Ciertamente, dedica gran parte de su tiempo a lucir estupenda.

Lo cierto es que doña Letizia ha aumentado sus visitas al médico estético que le pincha esos cocktails de belleza que disminuyen el paso del tiempo. Durante su último viaje de cooperación a Mozambique, la reina lució una piel tersa, luminosa y jugosa. Hasta don Juan Carlos, cuando le preguntan por su nuera, responde que debe estar ocupada con sus tratamientos de belleza . Tela…

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Peñafiel le da estopa a la reina

Jaime Peñafiel le da a Letizia donde más duele y la hunde

> Boris Izaguirre mantuvo recientemente una conversación con doña Letizia que ha sorprendido. El escritor le recordó a la reina que coincidieron años atrás en una entrega de los Premios TP. Sorprendentemente, ella le preguntó: “¿Y qué te parecí?”. “Muy guapa, dijo Boris, que añade en su crónica en El País que respondió “cortesano pero sincero”. Ante sus palabras, Letizia expresó: “Hace mucho tiempo que no me dicen cosas tan agradables”. Izaguirre, subyugado por la reina consorte, sentenció: “Yo se las diría siempre, señora. Me gusta mucho como desempeña sus deberes”.

Lo sucedido ha hecho estallar a Jaime Peñafiel, siempre muy crítico con lo que define como prensa cortesana. A propósito de lo expresado por Letizia, ”Hace mucho  tiempo que no me dicen cosas tan agradables”, el periodista replica así a la reina consorte: “Lo que dijiste supone un desprecio y falta de reconocimiento a lo que el periodismo cortesano español habla y escribe, todos los días, sobre tu belleza, tu hermosura y tu elegancia. ¡Lo tenéis bien merecido por pelotas! ¡Nunca en el Palacio Real hubo tanta frivolidad por parte de un invitado pero, sobre todo, por parte de la anfitriona!”

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Ay, cómo hemos cambiado, majestad

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> La seducción que Boris Izaguirre demuestra por Letizia no siempre fue así. En 2013 le dio un buen tirón de orejas en una crónica a propósito de la Coronación de Guillermo de Holanda, que tomó el testigo de manos de su madre en una ceremonia a la que asistieron muchos integrantes de la realeza mundial. El escritor se mostraba entonces subyugado por el estilo de Máxima, la reina consorte mejor valorada por su naturalidad y simpatía. Algo que alabó el venezolano: “Máxima no solo estuvo regia en su investidura sino que demostraba estar pasándoselo genial con el subidón al trono”.

Y entonces llegó el fortísimo varapalo para la reina: “Letizia podría ensayar un poquito más estas aristocráticas apariciones, intentar disimular con más convicción el desinterés que siente por ellas. Princesa, sabemos que es una profesional atrapada en un palacio, no tanto como la princesa Masako que llevaba siete años sin salir, pero tómese estas situaciones precisamente como un trabajo. No debería seguir apareciendo guapa pero con el rostro tenso marcado por el «Vámonos cuanto antes, ¡qué rollo!»”. Ay, cómo hemos cambiado.

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La brecha se agranda entre Letizia y sus suegros

Jaime Peñafiel le da a Letizia donde más duele y la hunde

> Don Juan Carlos ha pasado un mal trago por culpa de la negativa de doña Letizia a trabajar en fin de semana. A los reyes eméritos les tocó viajar a Luxemburgo como representantes de Casa Real en el funeral por el Gran Duque Juan. Don Juan Carlos tiene grandes problemas de movilidad. Así las cosas, el rey emérito tuvo que asirse del brazo de un edecán para llegar al lugar que le correspondía.

La salud de don Juan Carlos está seriamente mermada por el tema de la movilidad. El rey sufre fuertes dolores al caminar y también al estar de pie. Por tanto, actos como el de este fin de semana en Luxemburgo están muy desaconsejados para él. A su lado, doña Sofía caminaba con cara de circunstancias. El rey emérito ya ha manifestado su deseo de vivir al margen de la agenda real. Le faltan las fuerzas y no quiere que el mundo le vea mermado de facultades. Sin embargo, parece que don Felipe está empeñado en que su padre siga representando a la Corona. Las cosas están muy mal entre ellos. Apenas cruzan palabras. Y, ojo, porque el malestar empieza a hacerse extensible a doña Sofía.