El gran duque Juan de Luxemburgo llevaba tiempo luchando contra la enfermedad. Su estado se agravĆ³ en los Ćŗltimos dĆas y su familia se trasladĆ³ junto a Ć©l. A los 98 aƱos, Juan de Luxemburgo ha cerrado los ojos. Tras Ć©l deja una familia marcada por las rencillas. Repasamos la vida de quien fuera uno de los miembros mĆ”s queridos de la gran familia ducal de Luxemburgo.
Una larga e intensa vida
> Una larga afecciĆ³n pulmonar acabĆ³ con la vida del gran duque Juan de Luxemburgo. TenĆa 98 aƱos y llevaba tiempo luchando contra la enfermedad. Su muerte ha causado una gran conmociĆ³n en Luxemburgo. El gran duque era uno de los miembros de la familia ducal mĆ”s queridos. Ha sido su hijo Enrique el encargado de transmitir la triste noticia: āCon gran tristeza, comunico que mi querido padre, su alteza real el gran duque Juan, se ha ido en paz y rodeado del cariƱo de su familiaā.
El gran duque estuvo casado con Josefina Carlota de BĆ©lgica y tuvieron cinco hijos: MarĆa Astrid, Enrique, Juan, Margarita y Guillermo. Los grandes duques escogieron un perfil bajo cuando tomĆ³ el relevo su hijo Enrique. OcurriĆ³ en el 2000. Desde entonces, Juan y Josefina se apartaron del ojo pĆŗblico para disfrutar de una vida tranquila. Poco les durĆ³ la felicidad ya que el cĆ”ncer se hizo presente en la gran duquesa, que falleciĆ³ en 2005.
Los escƔndalos de la familia ducal
> La familia ducal de Luxemburgo es de la menos mediĆ”ticas. Sin embargo, eso no ha evitado que algunos escĆ”ndalos hayan adquirido relevancia pĆŗblica. Famosa fue la mala relaciĆ³n que mantuvieron Josefina Carlota y MarĆa Teresa, esposa de Enrique de Luxemburgo. No congeniaron y lo suyo fue un camino plagado de desavenencias.
El matrimonio de Enrique de Luxemburgo y MarĆa Teresano ha estado exento de polĆ©mica. El gran duque ha sido seƱalado en diferentes ocasiones como infiel a su esposa. Se habla de que uno de sus grandes amores ha sido una polĆtica con quien mantiene una larga relaciĆ³n desde hace aƱos. Pero ella no habrĆa sido la Ćŗnica. Mientras tanto, la gran duquesa calla y aguanta. No le queda otra. El divorcio estĆ” prohibido para los grandes duques de Luxemburgo.