
Olga Moreno rompe su silencio en ‘De Viernes‘ y aclara el bache con su pareja, Agustín Etienne que ha encendido todas las alarmas dando mucho que hablar en los últimos días desde que se derrumbó en el plató de ‘El tiempo justo‘. La colaboradora sevillana, habitual de los platós de Telecinco, ha decidido sincerarse en el programa presentado por Santi Acosta y Beatriz Archidona, desmontando rumores de ruptura que surgieron tras un emotivo bache que tuvo en directo durante el programa.
Con muchas lágrimas contenidas, pero con voz firme, Olga ha puesto sobre la mesa esa discusión que tuvo con su Agustín, que fue más sentida porque coincidió con fechas señaladas, cargadas de recuerdos personales. Confirmó entonces que el motivo radica en algunas diferencias de cosas rutinarias que pueden tener como cualquier pareja, pero que no es nada que no se pueda arreglar hablando.
La intervención de Olga Moreno se ha convertido en uno de los titulares del día, ya que explicó sin filtros el origen de su malestar emocional. Todo comenzó hace unos días, cuando la andaluza rompió a llorar inesperadamente en plató sin un tema aparente que lo justificara, dejando perplejos a Joaquín Prat y sus compañeros.
Ella misma rechazó desahogarse en ese momento, lo que disparó todas las especulaciones sobre una posible separación con Agustín Etienne de por medio. Con este mantiene una relación desde 2022 que ha sido su tabla de salvación profesional y sentimental tras el divorcio con Antonio David. Olga ha aclarado «ese día discutí con Agustín, no nos entendimos», atribuyendo el roce a visiones opuestas sobre el futuro.
La misma Olga contaba: «el martes pasado no fue uno de mis mejores días, no hay una relación directa entre mi estado de ánimo y mi relación de pareja. Son fechas muy señaladas, echo de menos a mi madre y me derrumbé». Aunque las especulaciones apuntaban a una crisis irreparable, Olga Moreno insiste en que se trata de un enfado puntual que no pone en peligro su vínculo. Ha reconocido que el timing de la bronca no ayudó, ya que coincidió con unas fechas sensibles que reabrieron heridas personales, pero aun así, ha enfatizado que el problema nace de una falta de sintonía concreta y no de un desgaste acumulado.
La sevillana ha defendido su relación como sólida, sin problemas de peso, descartando de esa manera cualquier ruptura inminente o temas más escabrosos como alguna infidelidad: «yo te puedo asegurar que de los tres años que llevo con Agustín, no me ha sido infiel. Te lo puedo asegurar. 100%. Yo pongo la mano en el fuego, yo estoy segura, segurísima de que no me ha sido infiel. Ni yo a él», ha dicho. Lo hace proyectando planes conjuntos con él, que incluyen incluso nuevos proyectos profesionales. ¿Podría Olga Moreno ser una de las nuevas concursantes de GH DÚO? Muy pronto lo sabremos.
La sombra de Antonio David Flores ha planeado inevitablemente sobre la confesión, aunque Olga Moreno ha esquivado con maestría cualquier referencia profunda a su exmarido. En un contexto donde Mediaset ha levantado algunos vetos selectivos a figuras bastante polémicas, como su ex el programa ha intentado sonsacarle detalles sobre su dinámica actual con el padre de sus hijos, pero ella ha marcado límites claros. «No voy a hablar de más atrás». Simplemente, ha definido su relación postdivorcio como «correcta y buena», gracias a los hijos que comparten, priorizando la estabilidad familiar por encima de viejos rencores mediáticos.

El año 2025 ha sido un torbellino para Olga Moreno, con golpes bastante duros que han marcado su estado emocional. La pérdida de su madre, algunos problemas de salud y las rupturas sentimentales previas han dejado huella, haciendo que cualquier roce se magnifique ante los focos.
Compañeros como Pilar González Quintana han interpretado sus lágrimas no solo como fruto de la discusión con Agustín, sino como acumulación de un período duro donde no ha terminado de procesar todos los duelos a los que se ha enfrentado. Aun así, Olga proyecta resiliencia, usando ‘De Viernes’ para cerrar el capítulo y abrirse a lo que viene, con un mensaje de que estos baches «no son nada que no se pueda resolver».

