
La preocupación en torno a Sheila Devil no deja de crecer desde que trascendió que la hija de Camilo Sesto había sido ingresada de urgencia en el Hospital Puerta de Hierro hace algo más de dos semanas. La noticia, que corrió rápidamente por los medios, apuntaba a que la joven había sufrido varios ataques de ansiedad que obligaron a su inmediata atención médica, aunque en aquel momento no se ofrecieron más detalles sobre su estado. Desde entonces, el silencio que rodea a la situación y la ausencia total de actualizaciones por parte de la propia Sheila han alimentado un clima de inquietud entre sus seguidores.
Lourdes Ornelas, su gran apoyo

En este proceso, la figura de Lourdes Ornelas, madre de la joven, ha sido determinante. Según fuentes cercanas que intervinieron en el programa Y ahora Sonsoles, fue ella quien la acompañó desde el primer minuto y quien continúa pendiente de cada paso de su recuperación. “Entró directamente por urgencias. Está acompañada en todo momento por su madre”, explicaron, añadiendo que la situación se encontraba estabilizada y que existía el deseo de que pudiera recibir el alta en los días siguientes. La tranquilidad de la familia parecía apoyarse en el hecho de que, al estar ingresada, Sheila contaba con vigilancia médica constante.
Sin embargo, esas previsiones iniciales no se han cumplido por el momento, y Sheila sigue bajo supervisión sanitaria, aunque no han trascendido nuevos datos sobre su evolución. La falta de información oficial ha generado un halo de incertidumbre que ha llevado a múltiples especulaciones, pero lo cierto es que no se ha confirmado absolutamente nada sobre posibles complicaciones o avances. Esta ausencia de novedades ha provocado que tanto seguidores como amigos permanezcan en un estado de expectativa contenida.
Mientras tanto, la reacción del público no ha tardado en manifestarse. Las redes sociales de Sheila Devil, normalmente muy activas, permanecen congeladas desde su ingreso. Sus publicaciones pasadas reciben a diario mensajes de usuarios que preguntan por su estado o intentan obtener algún tipo de confirmación sobre su situación. “¿Se sabe algo de ella? ¿Seguirá en el hospital?”, se pregunta un seguidor, mientras otro se atreve a sugerir que probablemente se encuentre “en un lugar seguro y atendido por los médicos”. La inquietud es generalizada, aunque muchos expresan cierto alivio ante la idea de que, al menos, se encuentre en un entorno controlado.
Ese alivio no es casual. Durante los últimos meses, la imagen pública de Sheila se había vuelto cada vez más preocupante. Sus seguidores habían detectado un comportamiento errático y una presencia muy inestable en redes sociales, donde compartía fotografías que llamaban poderosamente la atención por su tono, su puesta en escena y las personas con las que se la veía. Su actitud, sus compañías y su deterioro físico visible habían encendido todas las alarmas, especialmente entre quienes llevaban tiempo siguiendo su trayectoria. Que ahora esté ingresada y supervisada por profesionales permite, de alguna manera, rebajar la tensión sobre un deterioro que se había vuelto evidente.
Los problemas de Sheila Devil

Las adicciones de la joven, conocidas públicamente desde hace años, forman parte del contexto que envuelve esta preocupante situación. Estas dificultades habrían sido uno de los factores que motivaron la fuerte distancia que mantuvo con Camilo Sesto en los últimos años de vida del cantante. Con el tiempo, y especialmente desde que tiene acceso a cantidades importantes de dinero, su entorno y su conducta se habrían vuelto aún más inestables. Diferentes episodios recientes mostraban a una Sheila visiblemente cambiada, con un aspecto físico muy distinto al que sus seguidores recordaban y con decisiones que muchos interpretaron como señales de alarma. El deterioro personal que mostraba en redes era motivo de preocupación creciente.
A este escenario se suma otro elemento inquietante: el estado de la residencia en la que vive actualmente, la misma que en su día fue un refugio creativo para Camilo Sesto. Lo que antaño era un hogar cuidado, elegante y lleno de vida parece haberse transformado en un lugar muy distinto. Imágenes recientes apuntan a un grave deterioro, con un aspecto descuidado que contrasta con el símbolo de paz que representó aquella vivienda durante años. Estas señales exteriores han reforzado la preocupación sobre el frágil momento que atraviesa la joven.
Aun así, esta pausa obligada podría convertirse en una oportunidad. Aunque el ingreso de Sheila es motivo de inquietud, también abre la puerta a un posible reinicio personal, algo que quienes la aprecian consideran más necesario que nunca. Ella misma ha expresado en varias ocasiones su deseo de seguir los pasos de su padre y de probar suerte en la música, un sueño que parecía cada vez más alejado ante la situación que estaba viviendo. Si esta etapa de reposo y supervisión consigue estabilizarla, podría significar el primer paso hacia una versión más equilibrada de sí misma.
En todo este proceso, el papel de su madre continúa siendo fundamental. Lourdes Ornelas ha estado a su lado cada día desde el ingreso y sigue representando el principal sostén emocional de Sheila. Quienes conocen la relación aseguran que el vínculo entre ambas es uno de los pilares más sólidos que tiene la joven, y que este acompañamiento está siendo crucial en su recuperación. La presencia constante de Lourdes ofrece un punto de apoyo imprescindible en un momento que podría marcar un antes y un después.
Por el momento, lo único seguro es que Sheila Devil permanece ingresada y bajo control médico, aunque sin actualizaciones oficiales sobre su evolución. La preocupación continúa, pero dentro de ella emerge también una tenue esperanza: la posibilidad de que este punto de inflexión sea precisamente lo que necesitaba para recuperar estabilidad, reencontrarse con sus propios deseos y reconstruir una vida que en los últimos tiempos parecía desordenada y sin rumbo. Su entorno, sus seguidores y quienes llevan años pendientes de su historia confían en que esta pausa forzada pueda convertirse en el primer paso hacia una recuperación real y sostenida en el tiempo.

