
La reaparición pública de Almudena Cid desde el hospital ha marcado uno de los momentos más emotivos de su trayectoria reciente, no solo por la operación de cadera a la que se ha sometido, sino también por la profunda reflexión que ha querido compartir con sus seguidores. La exgimnasta, siempre sincera respecto a las consecuencias físicas de haber competido al más alto nivel durante tantos años, ha explicado que “la vida me ha obligado a parar en seco”, una frase que sintetiza el proceso que atraviesa y el significado que esta intervención tiene para ella. Su mensaje, publicado desde la cama del hospital, ha resonado con fuerza entre quienes la siguen desde hace décadas y ha puesto el foco en las secuelas que deja el deporte de élite incluso mucho tiempo después de retirarse.
Almudena Cid ha emitido un comunicado

La deportista, que lleva años compatibilizando distintos proyectos profesionales relacionados con la interpretación y la comunicación, arrastraba un dolor cada vez más persistente. Ella misma ha reconocido en varias ocasiones que las lesiones acumuladas no eran un simple recuerdo del pasado, sino una realidad diaria que iba cobrando protagonismo en su vida. Durante mucho tiempo intentó sobreponerse, adaptarse y continuar, pero finalmente ha tenido que asumir que era momento de frenar. “Mi cuerpo llevaba avisando mucho tiempo”, ha admitido, en un gesto de honestidad que refleja la dureza de la alta competición y el peaje que a veces imponen los sueños cumplidos.
Desde el hospital, Almudena ha publicado varias imágenes y un extenso texto que ha conmovido profundamente a sus seguidores. En él explica el origen concreto de la lesión que la ha llevado a quirófano y detalla un instante clave que marcó un antes y un después. Ha recordado, con enorme precisión, un momento durante la gira de Ladies Football Club a finales de 2023. Mientras interpretaba a Olivia Lloyd, sintió algo que no había experimentado jamás. “Me recorrió un sudor frío que jamás había sentido”, ha relatado, subrayando que terminó la función casi por inercia, aferrada a su compromiso profesional aunque su cuerpo le pedía detenerse. Ese día, sin saberlo entonces, su cadera comenzó a marcar el camino hacia la operación que finalmente ha tenido lugar dos años más tarde.
La exgimnasta ha descrito también el instante en el que, tras finalizar la obra, notó que cada paso con su pierna izquierda era “como caminar con cemento”. Más tarde supo que aquella sensación había sido el preludio de un desmayo y que su cuerpo llevaba tiempo enviándole señales que ella, como tantas veces, había intentado ignorar. “Mi compromiso estaba por encima de mí”, ha confesado, revelando una mentalidad que ha sido su motor desde la adolescencia pero que, con los años, se ha convertido en un arma de doble filo. Aquella noche su cadera dijo “basta”, y aunque entonces siguió adelante, el problema siguió evolucionando hasta obligarla a tomar una decisión definitiva.
La operación de Almudena Cid

La operación a la que se ha sometido ha supuesto la colocación de una prótesis, un paso radical pero necesario para garantizar una mejor calidad de vida. Según ha explicado, convivía desde hacía años con una combinación compleja de lesiones: displasia, labrum roto, cartílago deteriorado y una articulación que arrastraba demasiados años al límite. Pese a ello, continuó trabajando, apareciendo en televisión, viajando con frecuencia y cumpliendo con compromisos que requerían mucha exigencia física. “Seguí adelante, presentando en televisión en tacones, dando masterclass y viajando”, ha detallado en su publicación, dejando claro que la resistencia había sido la norma en su vida profesional.
Aun así, su mensaje no está centrado en el dolor, sino en lo que esta operación le permite recuperar. Ha contado que durante mucho tiempo uno de sus grandes sueños era construir una casa cerca de su familia, un proyecto que ha podido iniciar gracias a su trabajo durante estos últimos años. Pero ahora, tras la cirugía, emerge otro deseo igual de profundo: volver a bailar. Esa posibilidad, que durante años se había ido alejando por el dolor, vuelve a ser real, y la deportista lo ha expresado con visible emoción, dejando entrever la esperanza que acompaña a esta nueva etapa.
A pesar de su optimismo, Almudena también ha querido aprovechar este momento para pronunciarse sobre un tema que considera crucial: la falta de protección social para los deportistas una vez terminan sus carreras. “El abandono que vive el deportista tras la retirada también aparece en momentos como el que estoy atravesando ahora”, ha escrito con franqueza. Hace dos años inició un movimiento para reclamar más apoyo institucional y mejores coberturas para los atletas que han dedicado su juventud a competir sin que, en muchos casos, exista una estructura sólida que los acompañe cuando las lesiones afloran con el tiempo. Ahora, desde el hospital, ha reafirmado su compromiso con esa causa.
La reflexión de Almudena Cid

En su reflexión más íntima, Almudena explica que esta lucha no solo la impulsa pensando en otras deportistas, sino también en su propia historia personal. Ha recordado a aquella niña que emocionó a todo un país en los Juegos Olímpicos, que entrenó durante años enfrentándose a límites físicos y mentales, y que hoy afronta las consecuencias de aquella entrega absoluta. “Esta lucha también es por la dignidad de aquella niña”, ha afirmado, dejando claro que la responsabilidad que siente hacia su propio pasado es una motivación tan fuerte como su compromiso con las nuevas generaciones.
Ahora, la prioridad es la recuperación. Sabe que deberá pasar una Navidad diferente, marcada por el reposo y por la necesidad de escuchar su cuerpo. Tendrá que mantenerse alejada de sus compromisos profesionales durante un tiempo, algo que no le resulta sencillo, pero que asume como una inversión en su futuro. “Ahora toca parar”, ha concluido, consciente de que este alto en el camino es tan necesario como inevitable.
Su testimonio, cargado de sinceridad y valentía, ha generado una oleada de apoyo. Muchos seguidores han destacado la importancia de visibilizar las secuelas del deporte de élite y de romper el silencio en torno a la salud física y emocional de los atletas tras su retirada. Almudena Cid, con una mezcla de fuerza y vulnerabilidad, ha abierto la puerta a una conversación necesaria y ha mostrado una vez más que su capacidad de inspirar va mucho más allá de los tapices donde hizo historia.

