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sábado, 20 diciembre 2025

Isabel Díaz Ayuso (47 años): «A las 6 de la mañana ya estoy trabajando y después voy al gimnasio»

Isabel Díaz Ayuso, a sus 47 años, ha compartido cómo organiza su día desde primeras horas de la mañana, revelando que su rutina comienza mucho antes de lo que muchos podrían imaginar. «A las 6 de la mañana ya estoy trabajando«, confiesa, subrayando que ese primer tramo de la jornada es fundamental para ella. Nada más despertarse, sin siquiera preparar un café, se sumerge en sus tareas con una concentración absoluta, aprovechando la claridad mental que solo ofrece la madrugada. Este momento, asegura, es cuando su inspiración alcanza su punto máximo y cuando siente que el tiempo realmente le rinde.

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El estilo de vida de Ayuso

Aysuo en una entrevista. (Foto: YouTube)

La clave de esta eficiencia, según Ayuso, reside en las primeras dos horas del día, que considera un verdadero “filón” para la creatividad y la productividad. «Tengo una inspiración absoluta«, comenta, explicando que durante ese período sus ideas fluyen con facilidad y puede avanzar en su trabajo antes de que la jornada se llene de compromisos. Este hábito, que dice arrastrar desde su etapa estudiantil, le permite iniciar el día fresca y con energía, y se ha convertido en una pieza esencial de su disciplina personal. Para ella, madrugar no es simplemente una cuestión de costumbre, sino de eficacia y aprovechamiento del tiempo, un espacio que protege como un momento propio dentro de la vorágine diaria.

A las ocho de la mañana, Ayuso suele incorporar un paréntesis saludable con el gimnasio, aunque aclara que esta actividad no marca el inicio de su jornada, sino que llega cuando ya ha avanzado significativamente en sus tareas. La sensación de haber aprovechado las primeras horas le permite afrontar el resto del día con una calma y control difíciles de percibir desde fuera, ya que la imagen pública muchas veces no coincide con la realidad de su rutina. «Mucha gente pensará que estoy aquí a estas horas, cuando en realidad llevo despierta y trabajando mucho antes«, explica, haciendo hincapié en que la percepción externa raramente refleja su dedicación matinal.

Más allá de su rutina laboral y deportiva, Isabel Díaz Ayuso procura mantener una vida cotidiana sencilla y cercana, viviendo en su barrio de siempre y conservando hábitos que la conectan con la normalidad. «Llevo una vida muy normal y sigo saliendo igual que siempre por el barrio, haciendo todo igual«, afirma, subrayando que buscar momentos de calma es esencial para preservar su día a día. Sin embargo, reconoce que la exposición constante tiene un coste, y actividades tan básicas como ir de compras o hacer recados ya no son anónimas: «Ni siquiera cuando vas a comprar ropa interior o te vas al mercado«, comenta, evidenciando la pérdida de intimidad que acompaña a su notoriedad pública.

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