Enfrentados desde el fallecimiento de Fernando Fernández Tapias el pasado 25 de octubre, y a las puertas de lo que se prevé que será una guerra sin cuartel cuando se abra el testamento del empresario, Nuria González y los hijos mayores del recordado naviero se han reencontrado este lunes en el funeral en su memoria que se ha celebrado en la Iglesia de Los Jesuitas, en la madrileña calle Serrano.
Una misa organizada por su viuda y a la que Fernando, Íñigo, Borja -fruto del matrimonio de Fefé con Victoria Riva-, y Juan Carlos y Sandra -hijos del vicepresidente del Real Madrid y Juana Courel- no estaban invitados, aunque tampoco se vetó su presencia. Y de ahà que no dudasen en asistir acompañados por sus respectivas parejas e hijos, aunque intentando esquivar a la prensa y un posible cara a cara ante las cámaras con Nuria, optaron por acceder a la iglesia por la puerta lateral en lugar de la principal.
Un funeral en el que, segĂşn testigos presenciales la tensiĂłn se mascaba en el ambiente; aunque teniendo en cuenta el escenario y la ocasiĂłn, ambas partes se ‘ignoraron’. La ceremonia transcurriĂł sin incidentes, con su viuda sentada en primera fila junto a los dos hijos menores de Fernández Tapias, Iván (20) y Alma (16), y algunos de sus mejores amigos, como Florentino PĂ©rez, y con los hijos mayores del naviero al otro lado, arropados por sus respectivas familias.
Un encuentro tras el que Fernando, Borja e Íñigo han roto su silencio y han explicado el motivo por el que han decidido asistir al funeral a pesar de que su relaciĂłn con su padre estaba completamente rota desde 2019 y, segĂşn afirman fuentes cercanas, el propio FefĂ© habrĂa dejado por escrito que no querĂa que sus hijos mayores estuviesen presentes en su Ăşltimo adiĂłs: «No tenemos nada que decir, muchas gracias, pero no hemos venido por obligaciĂłn. Hemos venido por el alma de mi padre, yo voy dĂłnde se rece por el alma de mi padre» ha asegurado uno de ellos.
Una misa en la que, como nos han contado, todo transcurrió «bien» aunque ni ellos ni Nuria dedicaron unas palabras en honor al naviero. «No, no ha habido palabras» han comentado, revelando que su reencuentro con la viuda de su padre -con quien no han querido decir si han podido hablar- ha ido «genial».
«Nunca se sabe» ha apuntado uno de los hijos cuando le hemos preguntado por una posible reconciliación en un futuro con la mujer de su progenitor y con sus hermanos pequeños. «Nosotros somos gente de bien y siempre haremos lo correcto y lo que manden las circunstancias» ha sentenciado, dejando la puerta abierta a un acercamiento con Nuria tras la apertura del testamento de Fefé.