Primera aparición de Bertín Osborne después de que hace tan solo unos días diferentes medios de comunicación publicasen que espera un niño junto a Gabriela Guillén. Una noticia que la ex ‘amiga especial’ del cantante negaba muy enfadada en un vídeo publicado a través de sus redes sociales, preguntándose quién está filtrando información sobre su embarazo y asegurando que a pesar de que ya sabe el sexo ni siquiera se lo ha contado a su propia familia.
Pero no es el único motivo por el que el artista está en el ojo del huracán mediático, ya que todo lo que dice y hace se mira con lupa y su concierto en Elche hace una semana sigue trayendo cola. Y no solo por quitarse la camisa y presumir de pectorales mientras tomaba una copa de vino ante un público entregado, sino por sus declaraciones afirmando que «en este país donde hay más gente que dice que sabe y no sabe una mierda es en la música, en la televisión y en el vino». «Los he probado los tres. Llevo toda la vida encontrándome como inútiles», añadía, en clara referencia a la expectación mediática que rodea su futura paternidad.
Y por eso en su reaparición en Alfaro -donde su actuación ha generado una gran controversia puesto que mucha gente pidió que no se le contratase por «machista y homófobo»- Bertín ha decidido blindarse tanto de los medios de comunicación como de sus detractores.
Para ello ha tomado fuertes medidas de seguridad y ha accedido al recinto del concierto en un coche con cristales tintados y rodeado de agentes de la autoridad. Varias unidades de la Guardia Civil y de la Policía Local han protegido al artista, que ha conseguido matener a las cámaras lejos y esquivar las temidas preguntas sobre el hijo que espera con Gabriela Guillén -dejando en el aire si es un niño como se ha dicho- y sobre su demanda a Chabeli Navarro por falsedades y revelación de secretos, sobre la que no ha hecho declaraciones.
Ya en el escenario, Bertín ha recibido el cariño del público de Alfaro y tan solo se han escuchado vítores y aplausos a pesar de las protestas que hubo por su contratación. Menos locuaz que en su concierto en Elche, el artista ha brindado con una copa de vino «como los toreros» y ha recordado emocionado a su madre: «Siempre me dijo ‘inténtalo, porque si lo intentas seguro que lo consigues. Y la verdad es que gracias a Dios lo pudo ver antes de irse. Cada vez que canto estas canciones me acuerdo de ella y siempre se las dedico».
Además, se ha ganado al pueblo de Alfaro al comparar uno de los monumentos de los que más orgullosos se sienten, la Colegiata de San Miguel, con un enclave muy especial para su familia, la iglesia del mismo nombre de Jerez de la Frontera en la que tanto sus hijas como él han dado el ‘sí quiero’: «Es curioso lo que son las cosas. Toda mi familia, incluida yo, mis hijas, nos hemos casado en San Miguel en Jerez y cuando me dicen ‘vas a estar enfrente de la Colegiata de San Miguel’ digo, ‘coño, que aquí también hay una'»
Tras casi dos horas dándolo todo sobre el escenario, y sin ganas de enfrentarse a la prensa y responder a sus últimas polémicas, Bertín ha abandonado el recinto en un coche tintado y escoltado por una dotación de la policía, esquivando una vez más las incómodas preguntas sobre el convulso momento personal que está atravesando y sobre el que, claro está, prefiere seguir guardando silencio.