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Clubs de intercambio de parejas: así es el nuevo y llamativo vicio de los famosos

Los clubes de intercambio de parejas cada vez ganan más adeptos. El universo swinger cotiza al alza. De ahí que cada vez sean más los locales especializados en esta práctica. Las reglas son estrictas y, de no cumplirse, conllevan la expulsión. ¿Qué se cuece en estos lugares? ¿Acuden los famosos? Te lo contamos todo a continuación.

swingers

El fenómeno swinger se extiende con fuerza. Se trata de personas que están en pareja pero que quieren disfrutar del sexo con otras personas sin mentiras ni a escondidas. En este sentido, los clubes de intercambio de pareja cotizan a alza. Y es que a los swingers les gusta disfrutar de un ambiente cuidado y seguro. En muchos de estos clubs, no se puede acceder a menos que sea acompañado por un socio. La oferta es muy amplia y están diseminados por toda España. Los precios varían en función del local, moviéndose alrededor de los 30 euros hasta los 100. Los hay más caros pero ya hablamos de clubs privadísimos donde únicamente puede accederse mediante membresía.

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¿Qué se puede hacer en un club de intercambio de parejas? Es el lugar ideal para dar rienda suelta a la imaginación. Tríos, orgías… Existen diferentes estancias para practicar: habitaciones, mazmorras, amplias y espaciosas salas, habitaciones con cama amplia, cuartos oscuros… Adentrarse en el mundo liberal significa ante todo, respeto, discreción y saber estar. Nadie esta obligado a nada. En estos lugares no se juzga. Por tanto, hay que observar una actitud de respeto hacia los gustos de los demás. La higiene es fundamental en el universo swinger. De hecho, no cumplir con las normas de limpieza estipuladas, da origen a la expulsión del local.

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Antes de visitar un club de intercambio de parejas, es bueno que eches un vistazo a su página web. Especialmente interesante resulta el foro, donde los asiduos dejan mensajes explicando lo que desean. Hombres casados que quieren un jovencito que seduzca a su mujer. Parejas de paso en la ciudad que buscan disfrutar de una buena fiesta. Caballeros aficionados al sexo duro que desean compartir a su chica con otros swingers en una mazmorra. Fiestas temáticas inspiradas en la antigua Roma que acaban en orgía… Todo está permitido, siempre que se produzca entre mayores de edad y consentido por todas las partes.

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El hecho de pasear vestido o desnudo por el club depende de las normas de cada estancia. Las mujeres más tímidas tienen a su disposición el Glory Hole, donde comprobarán si es de su agrado el miembro de los que quieren jugar con ellas. Y para aquellos y aquellas que gustan de tocar sin ser vistos, los cuartos oscuros. Todo un paraíso de los sentidos según muchos testimonios. Los voyeurs o mirones son bien aceptados en estos locales, siempre y cuando no se opongan los practicantes.

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¿Cómo romper el hielo en un club de swingers? Una buena forma de hacerlo es en el bar. Estos locales disponen de un espacio para tomar una copa, conocer gente e iniciar el acercamiento. Aunque la teoría manda el mensaje de ir a tiro hecho, es muy difícil mantener relaciones intimas sin charlar antes con la persona o personas. En estas cuestiones, como en todo, el feeling debe fluir porque es lo que catapulta a la persona a una relación sexual satisfactoria. Ojo con los locales que se eligen porque puede haber sorpresa. Algunos no son más que casas de sexo de pago camufladas sobre una fachada de intercambio de parejas.

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Conscientes de que la gente se aburre fácilmente, en los clubs de intercambio suelen organizarse fiestas temáticas para clientes. Están dedicadas a temáticas varias: tríos, orgías, gangbang… Otras se dedican a celebraciones tradicionales aunque siempre con ese toque diferente y sutil que el erotismo conlleva, Halloween, Noche de máscaras, Fin de año… El mundo swinger también abarca el BDSM y excluye el sado. El juego de la dominación y sumisión a través de objetos, ropa de cuero y fantasía encierra unos códigos entre los participantes que se pactan antes de empezar mediante un gesto o palabra. Llegados a este punto, sabremos que el participante está incómodo y se acaba la sesión.

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El mundo del intercambio también cuenta con adeptos dentro de los famosos. Se considera socia de este club a la exuberante Megan Fox, que tiene pactadas con su marido una serie de cláusulas. Aunque han atravesado algunas crisis, siguen juntos y son padres de tres hijos. Otra actriz a quien le van este tipo de experiencias es a Demi Moore. Aseguran que ella y Ashton Kutcher eran aficionados a ir a este tipo de locales. Y lo hacían como una forma más de mantener vivo su matrimonio. El problema vino cuando las hijas de Demi se enteraron y pusieron el grito en el cielo. La forma de vivir de la artista, libre y sin complejos, le ha causado más de un desencuentro con las niñas que tuvo durante su matrimonio con Bruce Willis.

cayetano

En cierta forma, a nadie extrañó que a Cayetano Martínez de Irujo le pillaran en un club de intercambio de parejas. Ocurrió en Madrid y la escena fue emitida en el desaparecido DEC. Uno de los responsables del local se apresuró a aclarar que el noble había acudido allí para tratar un asunto de venta de caballos. Los hechos sucedieron un martes, día en que en Encuentros, que así se llamaba el local, celebraban la fiesta del gangbang. Se trata de una práctica donde un numeroso grupo de hombres tiene relaciones íntimas con la misma mujer. Normalmente, suele recurrirse a profesionales para satisfacer esta fantasía del sexo masculina porque se necesita preparación y aguante para llevarla a cabo.

plaza de toros

Además del Conde de Salvatierra, hay otros famosos aficionados a acudir a estos clubs de intercambio. A un reconocido torero le gustaba celebrar el éxito en la plaza en uno de estos locales. Y no lo hacía solo, invitaba a su cuadrilla. Cuentan y no acaban de las fiestas que allí montaban. Abrían y cerraban el local. En alguna que otra ocasión los dueños tuvieron que recurrir a profesionales del sexo para saciar la sed de pasión del maestro y sus acompañantes. En este caso, la fiesta salía bastante cara. No obstante, jamás salió de los labios del matador una sola queja por motivos económicos. Al contrario, siempre daba las gracias por el buen servicio recibido y prometía volver.