Alba Carrillo se ha convertido en una de las grandes protagonistas del último episodio de ‘Hasta el fin del mundo’, un programa que esta semana navideña ha vivido un cambio inesperado de estrategia. El reality de aventuras, que habitualmente se emite en la noche del miércoles, tuvo que trasladarse al martes 23 de diciembre debido a la coincidencia con la Nochebuena, una decisión que no ha dado los resultados esperados en términos de audiencia. A pesar del contexto complicado, el espacio ha dejado momentos de gran carga emocional que han marcado esta entrega.
El programa de Alba Carrillo
El cambio de día se ha traducido en un mínimo histórico para el formato, que ha registrado un 9,7% de cuota de pantalla y 616.000 espectadores. Un dato especialmente delicado para un programa que aspira a consolidarse en el prime time, aunque logró mantenerse como segunda opción de la noche, solo por detrás de la serie turca ‘Renacer’, líder indiscutible en Antena 3. Más allá de las cifras, el episodio ha destacado por mostrar el lado más humano y vulnerable de algunos de sus participantes.
Uno de los testimonios más impactantes ha sido el de Alba Carrillo, que se ha abierto como pocas veces sobre la depresión que sufrió tras su divorcio con Feliciano López. La modelo y colaboradora ha compartido una conversación íntima con Cristina Cifuentes mientras ambas trabajaban como estilistas en el teatro más antiguo de Argentina, un escenario tan simbólico como inesperado para una confesión de este calibre. Allí, Alba puso palabras a una de las etapas más oscuras de su vida, alejándose del personaje público para mostrar una realidad profundamente dolorosa.
La depresión de Alba Carillo
“No me podía ni levantar de la cama”, reconocía sin rodeos, describiendo un estado anímico que iba mucho más allá de la tristeza puntual. Explicó que incluso las tareas más básicas se convertían en un esfuerzo enorme, desde ducharse en tramos hasta perder las ganas de comer, una sensación que definió como la desaparición total de la ilusión por vivir. Un relato crudo, directo y sin edulcorantes que dejó claro el impacto real que tuvo aquel momento en su salud mental.
Alba Carrillo quiso profundizar también en cómo percibe ahora la vida tras haber pasado por esa experiencia. “Desde que me divorcié y tuve una depresión, veo las cosas de otra manera”, afirmaba, subrayando que el dolor también le ha aportado una nueva escala de valores. La ex de Fonsi Nieto explicó que salir de ese pozo fue un proceso lento, marcado por pequeños avances cotidianos que, con el tiempo, se transformaron en una recuperación más sólida.
En ese camino de reconstrucción personal, Alba destacó la importancia de volver a disfrutar de lo sencillo, de recuperar poco a poco sensaciones que antes parecían imposibles. Habló de la emoción de un atardecer, de un café tranquilo o de volver a ver a los amigos, gestos aparentemente insignificantes que, en su caso, supusieron auténticas victorias. “Cada día un poquito mejor”, resumía, reivindicando el esfuerzo constante que implica sanar por dentro.
La modelo no ocultó el orgullo que siente por haber sido capaz de rehacerse y trabajar en sí misma. “Tengo que agradecer mucho a ese momento y a mí misma”, confesaba, dejando claro que la recuperación no fue fruto del azar, sino de una decisión consciente de luchar por salir adelante. Un mensaje que conectó con muchos espectadores y que aportó una dimensión mucho más profunda al programa.
Rocío Carrasco ha hablado
El episodio también mostró el lado más emocional de Rocío Carrasco, que volvió a expresar públicamente el amor que siente por su marido, Fidel Albiac. Durante una ruta en canoa junto a Anabel Dueñas, la hija de Rocío Jurado se dejó llevar por el entusiasmo y la complicidad del momento, imaginando planes futuros junto a su pareja y demostrando que, para ella, el amor sigue siendo un refugio fundamental.
Más adelante, Rocío decidió escribirle una carta a Fidel, cuyo contenido compartió con la audiencia. En ella, lejos de relatar detalles concretos del viaje, optó por una declaración directa y emotiva. “Quiero decirte una y mil veces que te amo”, escribió, reafirmando que su marido es la persona que más quiere “en el mundo”. Un gesto sencillo, pero cargado de significado, que volvió a poner el foco en su estabilidad emocional actual.
En el plano puramente competitivo, la carrera también dejó momentos de tensión y alivio. José Lamuño y Aldo Comas se proclamaron ganadores de esta etapa, consolidando su posición en el programa. En el extremo opuesto, Yolanda Ramos y Ainoa Olivares estuvieron a punto de ser expulsadas al quedarse con apenas el 12% de los fondos, una situación límite que puso en jaque su continuidad.
La actriz y comediante reaccionó con rapidez y advirtió a su sobrina de la gravedad del momento. Ambas se pusieron manos a la obra para generar ingresos, conscientes de que necesitaban cubrir sus necesidades básicas para seguir en la competición. Finalmente, lograron revertir la situación y evitar la expulsión, demostrando que la estrategia y la determinación también juegan un papel clave en esta aventura.
Así, pese a los discretos datos de audiencia, ‘Hasta el fin del mundo’ firmó una entrega marcada por la emoción, las confesiones personales y la superación, con Alba Carrillo como uno de los rostros más sinceros y valientes del episodio. Un capítulo que, más allá de los números, dejó huella por la verdad de sus historias y la vulnerabilidad compartida ante millones de espectadores.
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