Pocholo ya no es lo que era: se retira de la vida nocturna en Ibiza

Pocholo, el rey de las fiestas interminables también se jubila

Pocholo
Fuente: "Supervivientes" telecinco

Parece que los propósitos y las promesas de año nuevo llegan para todo el mundo y en este caso, podemos decir que hasta Pocholo, el eterno rey de las madrugadas en Ibiza, cuelga las botas. Ese personaje que perseguía su mochila y la ponía por encima de todo, apaga sonrisa perpetua de las pistas de baile. El que ha sido sinónimo de fiesta sin fin, acaba de soltar la bomba: a sus 64 tacos deja las fiestas eternas en Ibiza para apostar por una vida bajo el sol, con la mayor tranquilidad posible y sin resacas épicas. La isla española, que le vio nacer como icono celebrity de nuestro país, se queda huérfana de su figura más conocida, que estuvo al pie del cañón más de 20 años.

Adiós a Pachá, el templo de sus glorias

Todo empezó en el año 83, cuando Pocholo Martínez Bordiú aterrizó en la isla y empezó su trabajo como relaciones públicas de Pachá donde se convirtió en el alma de la fiesta. Cuatro décadas pinchando discos, moviéndose de ‘Amnesia’ a ‘Privilege’ con esa energía incansable que lo hizo famoso en realities y platós de televisión. Pero ahora, en una charla en ‘De Viernes’ de Telecinco, lo ha dicho clarito, «he estado en Pachá desde el 83 y ya toca cambiar de tercio. La noche ha cambiado, ya no es lo que era».

Culpa al nuevo dueño y sus fiestas privadas donde ya no se mezcla nadie con los millonarios, todo son pulseras VIP y seguridad a tutiplén. «Antes era divertido, todo el mundo se cruzaba; ahora es hacer caja y punto», se lamenta con ese tono filosófico que le ha dotado cumplir años. Ni Tana Rivera entra sin invitación, dice, y él, que podría haberse quedado, prefiere cortarse la coleta él solito. Ibiza ya no vibra como antaño, y Pocholo, que siempre olió el cambio en el aire, da un paso al lado sin mirar atrás.

Del after a la vida contemplativa

No pienses que se jubila y se va al sofá. Pocholo se reinventa a lo grande; vive en un camión tuneado que antes arrastraba de fiesta en fiesta, y ahora lo usa para rodar por Sevilla con su startup Scoobic, repartiendo vehículos eléctricos por el carril bici. «Estamos funcionando de lujo», presume, y de paso ha anunciado que se mete en el mundo de la inteligencia artificial, del que está estudiando y aprendiendo.​

Sigue en Ibiza, eso sí, porque la isla es su hogar, pero ya en un aspecto más diurno. Sol y rutinas que empiezan con el café mañanero. Soltero y abierto al amor, recuerda con cariño a Sonsoles Suárez, su ex: «me da pena que se acabara, pero honor en el amor ante todo». Nada de chismorreos ni memorias venenosas, con malos recuerdos, Pocholo, el hippie eterno, cierra capítulos con clase.

Pocholo en una entrevista con Bertín Osborne
Pocholo en una entrevista con Bertín Osborne

Esta movida de Pocholo nos pilla a todos con la guardia baja. El personaje que sobrevivió a realities como ‘Hotel Glam’ abrazado a su mochila, al escrutinio constante por su apellido y a noches que no amanecían nunca, ahora elige el progreso del cambio, como dice él. «En la vida todo es cambio, constante, incluso en la materia», filosofa, y tiene razón, todo cambio o evoluciona, no hay más.​

¿Volverá a la carga? Él dice que no, que es definitivo, pero con su historial de resurrecciones televisivas, no hay nada sentenciado, quién sabe. Por ahora, la noche ibicenca pierde un buen fichaje, pero nosotros ganamos la anécdota de un tipo que a los 64 se reinventa y se atreve a empezar de cero. ¡Veremos a ver cuánto le dura!