Kiko Hernández confiesa cómo le ha afectado su huelga de hambre: «Tengo ocho kilos menos»

Kiko Hernández ha reaparecido en ‘No somos nadie’ tras sufrir una brutal agresión durante su huelga de hambre en Melilla junto a su marido, Fran Antón. El colaborador ha revelado que esta experiencia le ha hecho perder ocho kilos y le ha dejado secuelas físicas visibles en la espalda.

Kiko Hernández

Kiko Hernández ha reaparecido públicamente en ‘No somos nadie’ tras vivir uno de los episodios más difíciles de su vida, después de protagonizar una durísima huelga de hambre en Melilla junto a su marido, Fran Antón.

La huelga de hambre de Kiko Hernández

Kiko Hernández

El colaborador, que hasta hace poco vivía un momento laboral positivo gracias a su participación en La Casa de los Gemelos 2, se vio obligado a tomar medidas extremas ante la clausura de su local, un negocio que ambos regentaban y cuya situación legal intentaban defender públicamente. «Tenemos los papeles en regla, pero nos vimos obligados a hacer la huelga de hambre a las puertas del local», explicaba Hernández, evidenciando que el objetivo de la protesta era únicamente visibilizar su situación ante las autoridades.

Sin embargo, la huelga tuvo que interrumpirse de manera abrupta debido a una brutal agresión que sufrió Kiko mientras se encontraba en la vía pública. Según relató en redes sociales, él y Fran Antón fueron atacados por un desconocido mediante puñetazos y patadas, lo que les llevó a acudir inmediatamente al servicio de urgencias. El parte médico detalla que Kiko sufrió un Traumatismo Craneoencefálico leve, derivado de una contusión tras ser empujado contra una pared, además de múltiples heridas en la espalda que aún muestran las secuelas de la agresión. «Así terminan las huelgas de hambre aquí: te dan una paliza y al hospital. Así no molestas«, comentaba el colaborador en su perfil, reflejando la violencia sufrida y la frustración por la forma en que se gestionó la protesta.

En su reaparición en televisión, Hernández quiso mostrar de manera explícita las secuelas físicas que le ha dejado la agresión. “Al llegar a Madrid he sentido todo junto: tristeza, liberado, con ocho kilos menos. De todo se sale y ya está”, confesaba visiblemente afectado, aunque sin entrar en todos los detalles de lo ocurrido. Las heridas en la espalda son la muestra más evidente de la brutalidad del ataque, y su gesto refleja el desgaste físico y emocional que le ha provocado esta experiencia. Esta declaración llega apenas unas horas después de que Kiko informara en redes sociales de su decisión de regresar a Madrid para estar con su familia y recuperarse del episodio.

El regreso del colaborador a la capital se produjo en un contexto de acoso e intimidación por parte de las autoridades locales de Melilla, quienes habrían ejercido presión sobre él y su marido para que dejaran su negocio. Hernández ha explicado que este hostigamiento estaba relacionado con la compra del puerto de Melilla por inversores mexicanos, un conflicto que, según él, generó meses de tensión y vigilancia constante sobre su actividad comercial. «No he venido a Madrid por voluntad propia, sino obligado por las circunstancias«, añadía, dejando claro que su regreso no implica un cierre voluntario, sino una necesidad de preservar su seguridad y la de su pareja.

Carlota Corredera está preocupada

Carlota Corredera

En el programa, Carlota Corredera se mostró especialmente preocupada por la situación de Hernández y explicó a la audiencia que su regreso a Madrid respondía a motivos de protección personal y familiar, más que a decisiones profesionales. «A mí me gusta que esté en Madrid, pero no me gusta lo que le ha pasado«, comentaba, subrayando la gravedad del incidente y la forma en que afectó al colaborador. Este contexto deja entrever la complejidad de la situación: no solo se trata de una huelga de hambre que buscaba visibilizar un problema legal, sino de una experiencia que se volvió extremadamente peligrosa para quienes la protagonizaron.

Tras la agresión y su vuelta a Madrid, Kiko Hernández ha mostrado una actitud serena pero marcada por el impacto físico y emocional. Las cámaras pudieron captar cómo sus heridas, especialmente en la espalda, se curan poco a poco, aunque él admite que el proceso ha sido doloroso y agotador. Además, reconoce que la pérdida de peso —ocho kilos según sus propias palabras— es uno de los efectos más visibles de la huelga y la agresión. Este desgaste físico se suma al impacto psicológico de haber sido atacado de manera repentina y sin previo aviso, un episodio que ha dejado huella en él y que, según confiesa, no desea repetir.

El abogado Xavi Abat, consultado sobre la situación, apuntaba que una huelga de hambre de estas características podría incluso afectar el expediente legal de quienes la protagonizan, subrayando los riesgos que implican este tipo de acciones. Hernández y su marido actuaron movidos por la necesidad de demostrar que su negocio estaba en regla, pero la violencia sufrida demuestra lo complejo y peligroso que puede ser enfrentarse a ciertas autoridades locales o a situaciones de alta tensión mediática. La experiencia ha dejado a Kiko con una percepción clara de la vulnerabilidad que implica exponerse públicamente para defender derechos propios.

A pesar de todo, Hernández mantiene un mensaje de resiliencia y esperanza. “De todo se sale y ya está”, afirma, intentando transmitir que, pese al sufrimiento físico y emocional, confía en poder superar este episodio y seguir adelante con su vida y su carrera profesional. Su aparición en ‘No somos nadie’ no solo ha servido para poner rostro a las secuelas de la agresión, sino también para visibilizar la lucha que él y Fran Antón han tenido que mantener para proteger su negocio y sus derechos.

En definitiva, Kiko Hernández se enfrenta a las consecuencias de una experiencia que combina exposición mediática, violencia física y presión legal, mostrando a la vez su vulnerabilidad y su capacidad de sobreponerse a circunstancias extremas. La reaparición del colaborador demuestra que, aunque el precio físico y emocional haya sido alto, su determinación y fortaleza siguen intactas, y que su prioridad ahora es recuperarse y estar cerca de su familia, dejando atrás el capítulo más doloroso de esta huelga de hambre.