
La esperada final de Operación Triunfo 2025 llega por fin esta noche a Prime Video como cierre inevitable de una edición que ha conseguido que mucha gente se reconcilie con el formato, y que, por supuesto, ha generado una larga conversación en redes constante durante toda la edición. Ha sido una generación diferente, la cual empezó con muchas críticas porque a los chicos se les veía muy contenidos y con miedo constante a la cancelación, y esto desencadenó en la sensación generalizada de que no se estaban dejando ver al 100% con naturalidad.
Pero ha terminado con muy buen sabor de boca, debido a que son un grupo de gente muy maja que han congeniado muy bien entre ellos, y donde jamás hemos visto una pelea, algo raro teniendo en cuenta la presión a la que están sometidos durante 3 meses y a los problemas evidentes que siempre surgen con la convivencia. Muchos seguidores en redes comentaban los últimos días que borrarían el primer mes de concurso, y lo añadirían al final, que es obviamente cuando más se ha disfrutado de ellos, porque poco a poco se han ido olvidando de las cámaras.
El programa llega a su gala 14 tras 3 meses de convivencia, por donde han pasado 16 concursantes, y en los que ha habido expulsiones muy comentadas (para bien y para mal), valoraciones del jurado muy cuestionadas por el público y una apuesta firme de Prime Video por consolidar su marca en el entorno del streaming.
Sobre el papel, todo apunta a un desenlace con nombre propio: Cristina Lora ganadora. Sin duda, la sevillana, parte como gran favorita en la mayoría de encuestas, de hecho desde la gala 1 la chica apuntaba maneras, y muchos usuarios la han descrito como una de las (posibles) ganadoras más justas de la historia de OT. Pero el talent show no sería lo mismo si no se reservase algo de margen para la sorpresa, así que todavía no sabemos qué pasará finalmente.

La cita de esta noche, como cada lunes, será a las 22.00 horas y tanto la final, como las conclusiones que se saquen a partir de ahora, serán también un examen al formato, a su capacidad de generar un fandom global, y a la duda de si esos artistas interesarán una vez que se acabe el reality.
Justo a partir de la despedida y las últimas palabras de Chenoa en la gala, es cuando se verá los concursantes serán capaces de enamorar a parte del público, el cual será quien les apoye en su futura carrera musical. Porque es importante generar debate en redes y que la gente hable de ti, pero lo complicado es conseguir que esas personas se gasten el dinero en tu música y por supuesto, que compren las entradas para tus conciertos, cuando las luces de la academia se hayan apagado.
Llegamos al tramo final del programa con un fin de semana muy emotivo donde los finalistas han podido disfrutar de una comida con los profesores, donde hicieron balance del concurso uno por uno y se dieron las gracias por ayudarse tanto entre todos y hacer que el trabajo fuera más fácil. Fue destacable la actitud de Noemí Galera y Manu Guix, que se les veía visiblemente emocionados con la despedida, algo que hizo sospechar sobre el futuro del formato, ya que aún no se sabe si la próxima edición se hará con Prime Video.
Todo apunta a que no se volverá a celebrar en esta plataforma porque este año han tenido muchísimos problemas con los derechos de las canciones que cantaban los concursantes, algo que los ha tenido de manos atadas a la hora de hacer el reparto de temas, que indudablemente ha sido uno de los peores que hemos tenido en los últimos años. Pero igual por temas de contrato aún les queda un año más.
El público de OT lo tiene claro: quieren que vuelva a TVE. Pero no sabemos si la cadena pública está por la labor de hacer ese desembolso de dinero para volver a comprar el formato, o si otra cadena de televisión privada pujará por incorporarlo en su parrilla. Se habla también de Antena 3 está en la ecuación, pero todavía no hay nada confirmado, y probablemente se deje descansar varios años hasta que se vuelva a hacer.
Siguiendo con los sentimentalismos, el sábado también pudimos disfrutar de la mítica cena con los familiares, donde la familia de Cristina, su hermana Isa y su padre Luismi fueron los MVP de la noche, dejando para la historia bastante momentos icónicos, por lo que la gente quedó encantada con ellos. Fue una cena que todos esperaban con ansias, y en la que pudimos ver al novio y la madre de Claudia, la hermana y la madre de Olivia, la hermana y la madre de Guille y por último al padre y la novia de Tinho. Unos más felices que otras.
Pero el broche de oro, donde ya todo el mundo se puso a llorar fue el domingo con el reencuentro de los 16 concursantes, que volvieron a la academia para escuchar y cantar el himno titulado ‘Ese lugar’, canción que hicieron los concursantes junto a Vic. Fue poco más de una hora, pero se les vio felices y muy unidos como grupo, algo que hizo saltar las lágrimas de la directora de la academia y el director musical, que llevan juntos 24 años haciendo este programa.
Cristina, la favorita desde la gala 1
Cristina llega a la final con una narrativa que encaja muy bien con la filosofía de OT. Es fan incondicional del formato desde que tenía 12 años y vio por primera vez OT 2017. Lleva desde entonces esperando a cumplir la mayoría de edad para presentarse, así que nadie se merece más que ella ganar este concurso.
Es emocionante pensar la de años que lleva esperando para cumplir su sueño, pero es que además se ha plantado ahí en la primera oportunidad que ha tenido y ha hecho un concurso de 10. Desde la primera gala donde interpretó ‘APT‘ junto a su compañero Guillo Rist, se veía que la chica apuntaba maneras. Desde entonces, cada semana ha subido el nivel de las actuaciones, y dicho por el propio Manu Guix, el nivel de las galas ha subido cada semana, en cierta parte, porque estaba ella.
Pero es que no solo ha tenido un nivel altísimo en todas sus actuaciones, es que además lo ha hecho de la manera más versátil posible. Ha cantado, bailado, interpretado, emocionado y transmitido de una manera brutal. Es probablemente la que más actuaciones memorables ha tenido, entre las que destacamos por ejemplo ‘Punto de Partida’, donde supo darle su toque moderno y llevársela a su terreno haciendo una versión impresionante junto a su profesor Vic Mirallas. También fue impresionante cuando cantó ‘Gargante con arena’ que la interpretó junto a Manu Guix al piano, ‘Mamma knows best’ donde se le vio su lado más disfrutón o ‘Uh nana’ uno de las performance más exigentes de baile.
Si finalmente fuera la ganadora, sería una decisión muy coherente con su trayectoria y con la manera en que se ha mostrado todo el concurso. Una chica muy trabajadora que jamás ha tenido una mala semana, que ha sabido gestionar muy bien la presión y su salud mental durante los 90 días que ha estado allí. Además, ha demostrado con sus composiciones y sus aportaciones a las producciones de todas sus versiones, donde siempre ha llegado con ideas propias, que es una artista muy prometedora, con las cosas muy claras. La industria musical debe estar frotándose las manos con ella.
Olivia, la promesa de futura pop girl
Olivia posiblemente sea la concursante que mejor ha representado la evolución dentro de la academia. Empezó bien, con actuaciones buenas, pero ha acabado la recta final haciendo sin duda sus mejores números. Es de recibo destacar ‘Where is my husband?’ y ‘At last’, porque son los claros ejemplos de que fueron los momentos donde consiguió meterse al público en el bolsillo. También al jurado, que la valoró como la mejor concursante recibiendo las mejores notas de todos los participantes.
Su perfil apunta a ser una artista con potencial, que cualquier discografica se la rifaría para convertirla en la nueva pop girl del momento. Ha mostrado versatilidad, carisma y una potentísima voz, que la hará llegar donde ella quiera. Es una de las que más fandom tiene, por lo que se prevé que quede en segundo lugar, o quien sabe, que protagonice la sorpresa de la noche, imponiéndose finalmente a su compañera Cristina.
Claudia Arenas, la más viral del momento
Claudia Arenas ha construido una de las narrativas más virales de esta generación. Su canción ‘Latin Girl’ y su icónico baile ha sido de lo más comentado en redes. De hecho esto la ha llevado a ser la concursante con más oyentes mensuales en Spotify y con más seguidores en Instagram.
Tiene la voz más especial de la academia, su timbre es muy característico y siempre que canta, sabes que es ella. Eso es algo que lo tienes o no y que además no se puede entrenar, así que cuenta con un punto de partida muy bueno para conseguir una base sólida de fans que la acompañen en su carrera. Ha tenido bastantes problemas con la voz y eso le ha hecho un poco más cuesta arriba el concurso, pero al final consiguió esquivar todas esas balas y se ha colado en la final del concurso con una buena puntuacion del jurado.
Tinho, el gallego punky de la edición
Tinho, proclamado quinto y último finalista tras un duelo muy ajustado con Guillo Rist, es quizá el que más dudas tenía de si iba a colarse en la final, porque hasta el último momento estuvo en duda. Entró por decisión del público, con un 60% de los votos en el instante clave, después de un recorrido con varias propuestas de nominación a sus espaldas, pero que nunca se había expuesto al juicio del público. En su repertorio puede estar orgulloso de tener una de las mejores actuaciones de la edición también como fue ‘Beautiful Things‘ de Benson Boone, con la que consiguió levantar al jurado para aplaudirlo, momento que parece que luego olvidaron porque fue el peor valorado junto a su compañero Guille Toledano.
Guille Toledano, el intérprete por antonomasia
En apariencia, Guille Toledano llega como el menos favorito en las quinielas, e incluso él mismo se ha colocado el cartel de posible quinto puesto en las porras internas. Sin embargo, su concurso habla bien de él si lo miramos desde la perspectiva del jurado, que lo han salvado en muchas ocasiones, incluso en actuaciones algo cuestionables. Lo más destacable de él es que es un buen intérprete, pero su mayor problema llega en el campo de la interpretación, o el baile, donde no ha conseguido destacar ni demostrar versatilidad. Aún así es indudable que tiene facilidad para colocar las notas y que tiene buen oido, cosa que le aseguró el cuarto puesto de finalista gracias a los profesores, que lo salvaron en el último momento a pesar de que era uno de los que peores notas había recicido por parte del jurado.
La realidad es que por ahora nada está decidido. Es más, el palmarés de OT está lleno de finales inesperadas donde el voto de última hora lo cambia todo. Esto pasa entre otras cosas porque se tiene muy en cuenta la actuación de la final o la mera identificación personal donde cada finalista llega con una base de apoyo definida y argumentos artísticos propios para ganar sin problema.
Lo que sí parece garantizado es que, gane quien gane, se destacará el hecho de que OT 2025 ha conseguido algo cada vez más difícil en la era del scroll infinito: convertir un talent musical en una cita semanal, conversación colectiva y cantera real de nuevos nombres para la industria musical española.

