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Belén Esteban destapa un impresionante suceso que tuvo lugar durante su boda con Miguel Marcos

La vida de Belén Esteban, una de las personalidades más icónicas de la televisión española, ha estado siempre bajo los focos de los medios. Su relación con Miguel Marcos, un discreto conductor de ambulancias que le robó el corazón en 2014, ha sido tema de conversación desde sus inicios. Juntos, han construido una vida compartida que alcanzó su punto culminante con su boda el 22 de junio de 2019, en una ceremonia que fue todo un evento mediático. Pero lo que pocos sabían, hasta ahora, es el impresionante suceso que tuvo lugar el día de su boda y que Belén mantuvo en secreto durante años.

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El secreto ha visto la luz

Belén Esteban

Este jueves 12 de septiembre, durante el programa ‘Ni que fuéramos Shh’, Belén Esteban hizo una confesión inesperada: un dolor insoportable la acompañó durante todo su enlace con Miguel. La colaboradora de televisión reveló que, en su afán por lucir perfecta el día de su boda, había recurrido a un retoque estético que terminó causándole más sufrimiento que satisfacción.

Belén Esteban, conocida por su franqueza y naturalidad, no dudó en compartir con la audiencia que, en los días previos a su boda, decidió someterse a un tratamiento de hilos tensores para rejuvenecer su rostro. El objetivo era verse más «estirada» en uno de los días más importantes de su vida. Sin embargo, el resultado fue todo lo contrario a lo esperado.

Yo me los puse el día de mi boda y no sabéis qué dolor. Tuve pánico, pero pánico. ¡En mi vida! ¡En mi vida! Me puse los hilos y cuando empezaron a tirarme de aquí (refiriéndose a las sienes) no os imagináis qué dolor”, confesó Esteban. Su intención de verse más joven y radiante acabó convirtiéndose en una auténtica pesadilla. A lo largo de toda la celebración, el dolor no la abandonó, lo que empañó en parte un día que debía haber sido perfecto.

La colaboradora explicó que se arrepintió de su decisión casi de inmediato, pero que no quiso que su sufrimiento afectara la boda. Así que, como es habitual en ella, Belén aguantó con valentía y no dejó que el dolor físico interfiriera en la felicidad de un día tan especial. «Me lo hice hace 5 años», comentó, en referencia al tiempo que ha pasado desde aquella experiencia, y añadió que el procedimiento fue particularmente doloroso para ella. «Depende de cómo te lo pongan», aclaró el doctor Miguel Ángel Pérez Díaz, presente en el programa, quien explicó que hoy en día este tipo de tratamientos son menos invasivos y no requieren incisiones.

El relato de su boda y el dolor que la acompañó nos lleva a reflexionar sobre la profunda conexión entre Belén Esteban y Miguel Marcos, una relación que ha superado múltiples obstáculos. Su historia de amor comenzó de una manera que parece sacada de un guion de película. En 2014, la ‘princesa del pueblo’, como cariñosamente la llama el público, sufrió una grave hipoglucemia, un episodio que requirió atención médica inmediata. Fue entonces cuando Miguel Marcos, conductor de ambulancias, acudió a su casa para atenderla. Lo que empezó como un momento de crisis médica se convirtió en el inicio de una de las relaciones más estables y consolidadas del panorama mediático.

“Miguel, me salvaste la vida en todos los sentidos”, declaró Belén Esteban en una emotiva aparición en ‘Sálvame’, recordando aquel primer encuentro. Para ella, esa bajada de azúcar fue «bendita», ya que le permitió conocer al hombre que, desde entonces, ha sido su compañero de vida. «Bendita bajada de azúcar que viniste a rescatarme», añadió entre lágrimas.

Lo que comenzó como un flechazo inesperado evolucionó rápidamente. Belén y Miguel decidieron comenzar una vida juntos en Paracuellos del Jarama, un lugar tranquilo y apartado del bullicio de la prensa, donde pudieron construir una relación basada en el amor y el respeto mutuo. Desde entonces, su historia ha sido una mezcla de miradas cómplices, divertidas anécdotas y viajes inolvidables por el mundo. Su relación, en esencia, es un ejemplo de cómo el amor puede surgir en los momentos más inesperados.

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