El cisma familiar entre Kiko Jiménez, su novia Sofía Suescun y la madre de esta, Maite Galdeano, parece no tener solución. A lo largo de los últimos meses, las tensiones han ido escalando hasta llegar a un punto de no retorno, con reproches y declaraciones públicas que han hecho casi imposible la reconciliación. Aunque ya se intuía que las relaciones no eran las mejores, las últimas intervenciones de los protagonistas en televisión han dejado claro que la fractura es profunda y que no se vislumbra ningún tipo de acercamiento en el horizonte.
1Ha estallado la bomba
Maite Galdeano, quien ha sido un personaje recurrente en la televisión por su fuerte carácter y su forma de enfrentar los conflictos, reapareció hace dos días en el programa ‘¡De Viernes!’ para hablar abiertamente sobre los momentos difíciles que ha vivido recientemente. En su intervención, mostró su lado más vulnerable, rompiéndose en lágrimas al confesar lo devastada que se siente por el distanciamiento con su hija y Kiko. “A mí no me importa el dinero, me importan los lazos de cariño porque estoy destrozada. No se me puede dejar más sola que la una”, declaraba Maite entre sollozos, dejando entrever que, más allá de cualquier disputa económica, lo que más le duele es la soledad y el abandono que siente.
Este testimonio desgarrador, lejos de despertar compasión en Kiko y Sofía, parece haber aumentado aún más la tensión. Kike Calleja, compañero de Kiko en el programa, reveló que la reacción de Jiménez fue todo menos empática. De hecho, Kiko no dudó en tachar las declaraciones de Maite como “vomitivas”. “No la hemos visto porque nos produce asco, es vomitivo y sentimos mucha vergüenza. Además, lo que hace es escupir para hacernos daño, pero ya nos va doliendo cada vez menos. Sofía está bien y ya no le duele tanto. Esta mujer no tiene ninguna credibilidad”, explicó Kiko con una dureza que deja claro que no está dispuesto a reconciliarse con su suegra.