María del Monte ha tomado una decisión sorprendente en relación con su sobrino Antonio Tejado, un giro que cambia por completo la historia y afecta de manera directa al futuro de su familia. Este verano ha sido particularmente duro para la cantante y su esposa, la periodista Inmaculada Casal, quienes se enfrentan a una situación extremadamente difícil desde hace un año. La pareja, conocida por su carácter fuerte y resiliente, ha buscado ayuda profesional para superar los traumas de una noche que desearían poder olvidar.
1El robo que lo cambió todo
El 25 de agosto del año pasado es una fecha que quedó marcada en la vida de María del Monte e Inmaculada Casal. Esa fatídica noche, la tranquilidad de su hogar en Gines, Sevilla, se vio brutalmente interrumpida. Un grupo de asaltantes irrumpió en su casa, dejando a la pareja en estado de shock y con una sensación de inseguridad que persiste hasta hoy.
La noticia de que Antonio Tejado, sobrino de la tonadillera, fue arrestado como uno de los presuntos implicados en el robo, solo empeoró la situación. Aunque Tejado fue puesto en libertad, las heridas abiertas por este suceso se profundizaron. La familia, que ya enfrentaba tensiones internas, quedó completamente fracturada.
Durante meses, se especuló sobre la posibilidad de que María e Inmaculada abandonaran su hogar. Vivir en la casa donde ocurrieron los hechos es una constante fuente de estrés y ansiedad. Sin embargo, para María del Monte, su hogar es mucho más que una simple vivienda. Esta casa fue diseñada por ella misma, y tiene un profundo valor sentimental, pues fue el último lugar donde vivió su madre. Moverse de allí significaría dejar atrás no solo una casa, sino una parte esencial de su vida y sus recuerdos.
