Aunque en un primer momento su sobrina Carmen aseguró que Massiel estaba destrozada y que no asistiría al velatorio de su hermano Emilio Santamaría, fallecido este domingo a los 71 años tras año una larga lucha contra el cáncer, la mítica cantante del ‘La la la’ ha sacado fuerzas de flaqueza para dar su último adiós a uno de los pilares de su vida.
Completamente abatida, la artista llegaba al tanatorio de La Paz sin poder contener las lágrimas. «Ha sido un año y medio muy duro, con muchas consecuencias para mi salud incluso» ha confesado, agradeciendo al equipo médico que trató a su hermano durante su enfermedad que «le ayudasen a que el tránsito haya sido lo menos doloroso».
«No puedo hablar mucho, es que era mi hermano pequeño y le llevaba al colegio. Luego hemos estado trabajado mucho tiempo juntos. Era mi hermano y mi amigo» añadía devastada, revelando que el último año y medio dejó aparcada su vida en Ibiza para estar «todo el rato al lado» de Emilio.
Rota en lágrimas, Massiel ha relatado que «el cáncer era inoperable» y sabían cuál sería el final «desde que hace año y medio se descubrió». «Era un cachondo, un vividor, tenía mucho sentido del humor» ha recordado muy emocionada a su hermano. «La despedida va a ser atípica, pero no sé nada porque lo han organizado el rey del mambo que es Pablo y la reina de la pulsión administrativa que es Carmen Santamaría -sus sobrinos- y yo estoy metiendo la pata porque no quería dramas y a mí se me escapa la lágrima. Muchas gracias. Muchas gracias a todos por venir» ha concluido muy afectada antes de entrar al tanatorio.
La familia de Massiel da los detalles de su estado
Una despedida que Massiel no se ha querido perder a pesar de estar destrozada, y sobre la que minutos antes daba todos los detalles la hija de Emilio, Carmen Santamaría: «Va a ser bonito, va a ser divertido, vamos a estar todos los amigos recordando sus anécdotas, cantaremos, bailaremos, habrá muchas cervezas, habrá mucha comida, que es lo que gusta a mi padre, habrá muchos artistas, seguramente que canten, que bailen igual no conocidos, porque somos artistas, anónimos muchos, y será bonito y será muy… cómo es él, mi padre, un cachondo».
«Ha sido una persona fácil hasta para morirse, honestamente os lo digo, y ojalá todos podamos aprender a transitar las enfermedades de esta manera tan bonita, tan optimista, tan divertida, o sea, mi padre es un cachondo» ha añadido muy entera y respetando la última voluntad de su progenitor, que como nos ha contado con una sonrisa «me pidió todo sin dramas». «Era una persona muy alegre, de mucho color y por respeto a él aquí traigo para llenar de cervezas y hacer una fiesta, y mi padre era una persona muy alegre, de mucho color, de mucho color, entonces pues por respeto a él, el respeto es hacer honor a sus colores, y aquí venimos todos a disfrutarlo» ha revelado.
Una despedida sin dramas que, como nos ha contado, con Massiel fue «chinchándose hasta el final como buenos hermanos porque llevan toda la vida juntos y tenían un humor muy de ellos«. «Ella es muy Massiel, es una tanqueta y claro su hermanito pequeño… Todos nos vamos peleando entre que se nos escapa la lágrima, pero sabemos que tenemos que sonreír y la animamos a que sea sin dramas» reconocía la sobrina de la artista.
