Manuel Ruiz de Lopera, una figura icónica en la historia del Real Betis Balompié, falleció a la edad de 80 años en su residencia en Sevilla. Conocido por su polémico liderazgo en el club verdiblanco, Ruiz de Lopera dejó un legado marcado por su controvertida gestión y sus contribuciones al mundo del fútbol español.
Nacido en el barrio de Fontanal en 1944, Ruiz de Lopera se labró un camino hacia el éxito a través del mundo empresarial. Sus primeros pasos los dio en la venta de electrodomésticos en los finales de los años 50, donde innovó al introducir el pago a plazos, revolucionando así el mercado. Esta incursión temprana en los negocios sentó las bases para una carrera prolífica en la que estableció numerosas empresas dedicadas a la compraventa, préstamos e inversiones inmobiliarias.
Sin embargo, fue en el ámbito del fútbol donde Ruiz de Lopera dejó una huella imborrable. Su vinculación con el Real Betis comenzó en 1991, ascendiendo rápidamente a la presidencia del club en 1996. Bajo su liderazgo, el Betis vivió momentos de gloria y desafíos, destacando la firma del contrato más costoso en la historia del fútbol hasta entonces, con la adquisición de Denilson por 30 millones de euros.
Durante su mandato, el club verdiblanco experimentó tanto el éxito en la élite del fútbol europeo, llegando a disputar la UEFA Champions League, como los momentos de adversidad que culminaron en su descenso a la Segunda División. Estos altibajos generaron un ferviente debate entre la afición y la opinión pública, cuestionando la gestión de Ruiz de Lopera y exigiendo cambios en la dirección del club.
Sin embargo, su legado en el Betis se vio empañado por las acusaciones de irregularidades fiscales durante su presidencia, lo que resultó en una condena por delito contra la Hacienda Pública en 2006. A pesar de este revés legal, Ruiz de Lopera mantuvo su influencia en el club hasta 2017, cuando finalmente llegó a un acuerdo para vender sus acciones por 4 millones de euros.
1El negocio inmobiliario de Ruiz de Lopera
Fuera del ámbito deportivo, la fortuna de Manuel Ruiz de Lopera sigue siendo un enigma, compuesta por una red de empresas y propiedades inmobiliarias. Entre sus posesiones más destacadas se encuentra la Inmobiliaria Centro Colón, S.A. (Incecosa), propietaria de las emblemáticas torres gemelas en la Plaza de Colón en Madrid, así como una impresionante mansión en su barrio natal, donde adquirió toda una manzana para expandir su patrimonio.
La partida de Manuel Ruiz de Lopera deja un vacío en el mundo del fútbol español y en la historia del Real Betis Balompié. Su legado, marcado por luces y sombras, perdurará en la memoria de aquellos que lo conocieron como un visionario empresario y un controvertido líder deportivo.
Joaquín Sánchez, ya retirado del fútbol y ahora dedicado al mundo de la televisión, fue el que más sufrió la forma de dirigir el club. Cuando el gaditano explotó y tuvo ocasión de ganar mucho más dinero en el Valencia, Ruiz de Lopera hizo sufrir a los directivos valencianistas hasta tal punto que le dijo al jugador que si quería vestir de blanco se fuera a jugar al Albacete.
Joaquín se subió a un coche junto a un notario y puso rumbo a la ciudad albaceteña, aunque a pocos kilómetros, el Valencia entró por el aro del mandatario bético para pagar el dinero que exigía. Joaquín siguió por el mismo camino, pero en lugar de parar en Albacete llegó al Valencia donde vivió años de gran fútbol antes de ser vendido a la Fiorentina.
