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jueves, 9 mayo 2024

Patatas revolconas de Ávila, tradición y sabor en un plato

¡Hola, amantes de la gastronomía! Hoy nos sumergiremos en el mundo culinario español para explorar una receta tradicional que deleitará tus papilas gustativas y te transportará a los encantadores paisajes de Ávila. Estoy hablando de las deliciosas patatas revolconas, un plato rico en sabor y lleno de historia. ¿Estás listo para descubrir los secretos detrás de esta receta? ¡Entonces sigue leyendo!

Orígenes

Antes de sumergirnos en la receta en sí, es importante comprender un poco sobre el origen de las patatas revolconas y su conexión con la provincia de Ávila en España. Este plato, cuyo nombre proviene de la acción de «revolcar» o aplastar los ingredientes, tiene sus raíces en la cocina rural de Castilla y León, una región conocida por sus platos reconfortantes y su uso creativo de ingredientes simples.

En particular, Ávila ha sido famosa por su rica tradición gastronómica, y las patatas revolconas son solo una muestra de su brillantez culinaria. Este plato, que en su esencia es una mezcla de patatas cocidas, panceta, pimentón y aceite de oliva, ha sido una parte integral de la dieta de la zona durante generaciones.

Ingredientes:

Ahora, pasemos a la parte divertida: ¡la receta en sí misma! Aquí tienes una lista de los ingredientes que necesitarás para preparar unas deliciosas revolconas:

  • 1 kilogramo de patatas
  • 200 gramos de panceta o tocino
  • 4 dientes de ajo
  • 1 cucharada de pimentón dulce
  • Sal al gusto
  • Aceite de oliva virgen extra

Instrucciones:

  1. Cocer las patatas: Comienza pelando las patatas y córtalas en trozos pequeños y uniformes. Luego, ponlas a cocer en una olla con agua y sal durante aproximadamente 20 minutos o hasta que estén tiernas. Una vez cocidas, escúrrelas y reserva.
  2. Preparar la panceta: Mientras las patatas se cocinan, corta la panceta en trozos pequeños y fríela en una sartén grande hasta que esté dorada y crujiente. Una vez lista, retira la panceta de la sartén y colócala sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa. Reserva.
  3. Preparar el sofrito: En la misma sartén donde freíste la panceta, vierte un chorrito de aceite de oliva y añade los dientes de ajo picados finamente. Sofríelos a fuego medio hasta que estén dorados y fragantes, cuidando de no quemarlos.
  4. Añadir el pimentón: Una vez que los ajos estén dorados, retira la sartén del fuego y agrega la cucharada de pimentón dulce. Remueve rápidamente para evitar que se queme, ya que esto le dará un sabor amargo al plato. Este paso es crucial para obtener el característico color y sabor de las patatas revolconas.
  5. Revolver las patatas: Regresa la sartén al fuego y agrega las patatas cocidas a la mezcla de ajo y pimentón. Con la ayuda de un tenedor o un machacador de patatas, aplasta ligeramente las patatas mientras las revuelves, creando una textura rústica y deliciosa.
  6. Incorporar la panceta: Una vez que las patatas estén bien revueltas con el sofrito, añade la panceta frita y mezcla todo junto para que los sabores se integren.
  7. Ajustar la sazón: Prueba las patatas revolconas y ajusta la sazón con sal si es necesario. Recuerda que la panceta ya aporta cierta salinidad al plato, así que asegúrate de probar antes de añadir más sal.
  8. Servir y disfrutar: ¡Y eso es todo! Sirve las patatas revolconas calientes, acompañadas de un buen trozo de pan crujiente y una copa de vino tinto español para una experiencia verdaderamente auténtica.

Las patatas revolconas son mucho más que un simple plato de patatas. Son un viaje a través de la rica historia culinaria de España, específicamente de la encantadora provincia de Ávila. Con ingredientes simples pero sabrosos y una preparación sencilla, este plato es perfecto para cualquier ocasión, ya sea una comida familiar o una cena entre amigos.

Así que la próxima vez que te apetezca experimentar un pedacito de España en tu propia cocina, no dudes en probar esta deliciosa receta de patatas revolconas. Estoy seguro de que te sorprenderá gratamente y se convertirá en un plato recurrente en tu repertorio culinario. ¡Buen provecho!