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Lágrimas, flores y mucha emoción en el último e íntimo adiós a Itziar Castro

La popular actriz, de 46 años, falleció en la madrugada del pasado 8 de diciembre en Lloret del Mar a causa de una parada cardio respiratoria mientras preparaba un espectáculo benéfico de natación

Dolor, lágrimas y una emoción incontenible, pero también sonrisas entre los familiares y amigos más cercanos de Itziar Castro en su último adiós en la sala Pal·ladius de Pallejà, Barcelona. A punto de cumplirse 4 días de su inesperado fallecimiento en la madrugada del pasado 8 de diciembre en la piscina de Lloret del Mar mientras preparaba un show de natación solidario junto a la ex seleccionadora nacional de natación sincronizada, Anna Tarrés, la popular actriz ha sido despedida en la más estricta intimidad por sus seres queridos.

Sus padres Lucía Rivadulla y Manel Castro, sus hermanos los gemelos Oriol, Manel -por parte de madre y padre-, y Joan, Olga y Nuria -por parte de su padre-, y amigos íntimos como la artista Silvia Marsó, el director de cine Frankie de Leonardis (encargado de hacer pública la muerte de Itziar), Inma Sust o Cristina Dilla han despedido a la protagonista de ‘Pieles’ con una emotiva ceremonia en la tarde de este lunes antes de su incineración.

Como a ella le hubiese gustado, en su último adiós ha habido mucha emoción y flores, en forma de grandes coronas que han rodeado el féretro con sus restos mortales mientras sus seres queridos la despedían entre aplausos y lágrimas al grito de «revolucionaria, luchadora, guapa».

Un acto íntimo y privado tras el que su familia, abatida y con el rostro desencajado, abandonaba la sala Pal·ladius de su localidad natal, Pallejà. Sacando fuerzas de flaqueza, su madre Lucía Rivadulla ha vuelto a agradecer a los medios de comunicación el cariño y el respeto con el que han tratado la muerte de Itziar, a la que ha recordado con inmenso amor y destacando su labor en la lucha social.

«Ahora salen chicas jóvenes que son gordas y muy guapas, pero Itziar era muy gorda pero además era muy guapa. Y ella salía con su limpaderma, con sus piernas, no le importaba enseñar sus tetas largas, ella decía somos seres humanos, esto es un cuerpo. Por eso ha luchado, ha luchado por eso, por otros colectivos, por la igualdad de la mujer. Estemos o no estemos de acuerdo ella estaba para todos, para todos» ha afirmado muy emocionada.

Silvia Marsó, por su parte, ha asegurado que la actriz era «una de las personas más solidarias, comprometidas, positivas, con más energía y con más capacidad e ilusión que he conocido en mi vida, y era contagioso además su compromiso. Siempre pensando en los marginados, en la gente que tiene problemas». «Era luchadora porque ella lo tenía todo en contra físicamente para triunfar y por eso tiene tanto mérito hasta donde ha llegado y todo lo que ha hecho. Una pérdida muy grande porque era un ser con una gran luz. No la vamos a olvidar nunca» ha concluido muy afectada.