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Nuria González mueve ficha y se deshace de algo fundamental

Este sábado 25 de noviembre se cumple un mes del fallecimiento de Fernando Fernández Tapias y mientras sus hijos mayores ya habrían solicitado oficialmente sus últimas voluntades para saber qué les dejó su padre en herencia de su multimillonario patrimonio, Nuria González intenta retomar poco a poco su vida.

No están siendo momentos fáciles para ella. A la muerte de su marido -llevaban casados 22 años-, un durísimo golpe que la ha dejado completamente devastada, se une el esfuerzo sobrehumano que estaría haciendo para que sus dos hijos, Iván (20) y Alma (16), que también están destrozados, superen la muerte de su padre.

Refugiada en su mansión de Puerta de Hierro, ha paralizado su vida social y por el momento no tiene ni ganas ni fuerzas de asistir a ningún evento o comida con amigos como Isabel Preysler, Nieves Álvarez, Terelu Campos o Jesús Vázquez, que la están arropando en este doloroso trance.

Sin embargo, su desolación no ha impedido que Nuria tome ciertas decisiones. La primera de ellas, deshacerse de algo fundamental para Fefé en los últimos meses de su vida, en los que ya estaba delicado de salud. Nos referimos a material médico que el empresario tendría en su domicilio -aunque desconocemos qué tipo de material- para controlar su estado y facilitarle el día a día, y que su viuda ha devuelto a la empresa que se lo facilitó.

Un camión de alquiler acudía este miércoles a su residencia y después de varios minutos en el interior de la misma recogiendo lo que el naviero necesitó en su última etapa, se dirigía a la compañía Distrimédica, que se encarga de gestionar y distribuir material médico y hospitalario. Un pequeño paso de gigante para Nuria, que un mes después de la muerte de su marido ha tenido fuerzas para deshacerse de estos objetos.