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Cumbre en la casa de Nuria González para arroparla en su peor momento

No están siendo momentos fáciles para Nuria González. La socialité, abatida tras el fallecimiento de su marido Fernando Fernández-Tapias el pasado 25 de octubre, está sobrepasada por las informaciones que rodean tanto a su matrimonio como a la relación que el empresario mantenía con sus hijos mayores, y este lunes por la tarde reaparecerá públicamente en el funeral en memoria del empresario en la Iglesia de Los Jesuitas en la madrileña Calle Serrano.

24 horas antes de la celebración de esta emotiva misa homenaje al recordado vicepresidente del Real Madrid, y tras el durísimo comunicado en el que los hijos mayores de Fefé se han defendido de las acusaciones -explicando que le pidieron la incapacitación de su padre pr su importante deterioro cognitivo, y dejando entrever que Nuria estaría detrás de su ruptura total con el naviero en octubre de 2019, antes de presentar la demanda- la palentina ha organizado una cumbre en su residencia de Puerta de Hierro con algunos de sus amigos más íntimos.

Quizás intentando recuperar fuerzas con una reunión con su entorno más cercano, la mansión se convirtió este domingo en un ir y venir de vehículos y rostros conocidos que no han dudado en mostrar su apoyo incondicional a la viuda de Fernández-Tapias antes de su esperadísima reaparición pública en el funeral por su marido.

Además de Jesús Vázquez y su marido Roberto -el presentador atendió a las cámaras de Europa Press y reveló que la socialité está «tranquila y llevándolo bien, con resignación y con la compañía de la gente que la quiere, su familia y amigos»- Nuria recibió la visita de algunas de sus mejores amigas, como Nieves Álvarez, que llegó conduciendo su propio coche y evitó hacer declaraciones, o Maribel Yébenes, que no dudó en reconocer lo apenada que está por todo lo que está sufriendo la socialité tras la muerte de Fefé.

También Patricia Cerezo, que no quiso desvelar cómo se encuentra Nuria ni tampoco cómo está otra de sus íntimas amigas, Genoveva Casanova, en el ojo del huracán tras sus comentadísimas imágenes con el Príncipe Federico de Dinamarca en Madrid: «Perdonadme, ¿Vale? Que ya sabéis que siempre respondo pero no voy a decir nada, lo siento» ha afirmado muy seria.

Una cumbre que duró varias horas y a la que tampoco faltaron varios amigos anónimos -que guardaron silencio tanto a su entrada como a su salida- además de la hermana de Nuria y uno de sus grandes apoyos en estos durísimos momentos, Yolanda González, que fiel a su discreción no ha comentado cómo está la familia ni qué opina del comunicado de los cinco hijos mayores de Fernando.

Una reunión íntima y privada en la que la socialité ha recibido el cariño y el apoyo incondicional de su entorno más cercano, y en la que podría haber cogido fuerzas para su posible reencuentro este lunes con Fernando, Íñigo, Borja, Juan Carlos y Sandra Fernández-Tapias en el funeral del empresario.