Bertín Osborne desde que se conoció la noticia de que se iba a convertir en padre por sexta vez no ha dejado de ser noticia y es que, desde ese momento han surgido una serie de polémicas que han hecho que su vida cambie de manera radical. Sobre todo, que las declaraciones de Encarna Navarro y su relación con el presentador han convertido su relación con su ex mujer en fría y distante. Por eso él ha decidido dejar de aparecer en eventos con prensa y periodistas para evitar ciertas preguntas sobre su vida persona.
Por este motivo Bertín Osborne ha querido proteger su vida privada y por lo menos que todo lo que está sucediendo entre él y la madre de su sexto hijo no salga a la prensa y esté sujeto a ser noticias y críticas, sobre todo, porque durante estos últimos meses su vida ha estado en el punto de mira pero también todos sus comentarios. Por este motivo, él habría decidido firmar un pacto con Gabriela Guillén para que ella no haga comentarios a la prensa o haga una entrevista en televisión o prensa contando su polémica situación con el presentador.
Y el primer movimiento que Bertín Osborne habría decidido hacer es dejar de mandarle dinero a Gabriela Guillén desde que no ha dejado de hacer comentarios a la prensa cada vez que sale de casa y se encuentra con las cámaras. Una decisión que ha tomado desde que el rumor de que Gabriela Guillén va a dar una entrevista en exclusiva para la televisión y así saltarse el pacto que habrían hecho, que básicamente, es que la modelo mientras no cuente nada, él le pasaría dinero.
También por este motivo de que Gabriela siempre habla con la prensa él estaría intentado acercarse manera más amigable a la madre de su hijo, pero por el momento no se sabe como van a acabar debido a que la sensación que se percibe por fuera es sobre todo de que entre ambos hay un gran malestar.
Bertín Osborne quiere asegurarse de que el hijo de Gabriela Guillén es suyo
Bertín Osborne en el principio del embarazo de Gabriela Guillén habría pedido a la modelo una prueba de paternidad para confirmar que era realmente el padre del hijo que está esperando la modelo. Una duda que asaltaba al presentador debido a que cuando se enteró de la noticia de que esperaba su sexto hijo, él y Gabriela llevaban varios meses sin verse.
Una primera prueba de paternidad que no se volvió a saber nada y que no se llegó a hacer, pero que ahora Bertín Osborne habría pedido de nuevo la misma prueba pero después de que el bebé nazca, para así confirmar que es su hijo.
Aunque a pesar de esta petición Bertín y Gabriela habrían firmado hace poco un ‘acuerdo económico’, y sobre todo pactaron que vía de comunicación iba a existir entre ambos cuando nazca su hijo, que sería a través de los abogados.
Bertín Osborne ya no se esconde: vuelve a la vida pública
Bertín Osborne, dos meses después de su última aparición en público, y en el ojo del huracán por haberle pedido una prueba de paternidad a Gabriela Guillén para comprobar que el bebé que espera es suyo, además de dejar de ayudarla económicamente como venía haciendo desde el pasado abril -cuando descubrió que la fisioterapeuta estaba embarazada- Bertín Osborne ha reaparecido este jueves en Sevilla.
La ocasión lo merecía. Uno de sus mejores amigos, José Luis López ‘El Turronero’, recibía un premio por su labor solidaria y el cantante de rancheras no ha dudado en abandonar su ‘escondite’ –ya que apenas ha salido de su finca desde que salió a la luz su futura paternidad y comenzaron a surgir delicadas informaciones sobre su vida sentimental- para arropar al empresario en una noche tan especial.
Como no podía ser de otro modo, la expectación era máxima y numerosos medios de comunicación han asistido al evento para captar las imágenes de la vuelta de Bertín a la escena pública. Y, se esperaba, sus primeras declaraciones tras su ruptura total con Gabriela, de la que no quiere saber absolutamente nada ya que sospecha que ha filtrado información a la prensa, ganando dinero a sus espaldas cuando él ya la estaba ayudando mensualmente con una generosa cantidad.
Sin embargo, el presentador llegaba sin ganas de hablar y, muy enfadado, estallaba a gritos ante las cámaras: «¡No voy a hablar con nadie! ¡vale ya!»
