No están siendo momentos fáciles para la casa de Alba. Hace unos días saltaba por los aires la relación aparentemente correcta que pensábamos que Cayetano Martínez de Irujo habría logrado alcanzar con el resto de su familia y se revelaba su ruptura total con sus hermanos.
Para sorpresa de propios y extraños el jinete se sentaba en el plató de ‘TardeAR’ y confesaba su distanciamiento con Eugenia, de quien antaño era inseparable: «Es feliz y ya no me necesita. Desde que murió mi madre, se ha unido a otros hermanos y ha prescindido de mí», se lamentaba.
Unas declaraciones que no caían en saco roto: «Cayetano se aprovecha de que el resto no abrimos el pico» sentenciaba la duquesa de Montoro, dejando en el aire las razones de su enfrentamiento, que como descubrimos poco después se debe a motivos económicos.
Cayetano habría pedido un préstamo de 3 millones de euros para construir un embalse en una de sus fincas a través de una sociedad compartida con Eugenia y Alfonso, Duque de Híjar. Algo a lo que sus hermanos se negaron, pidiéndole algún tipo de aval o garantía al tratarse de un tema particular. El jinete indignado se habría negado, y de ahí sus duras palabras hacia la su hermana en televisión.
En este convulso contexto familiar que parece tener una difícil solución, el Duque de Aroja ha reaparecido en la entrega de premios del Festival de las Naciones en Sevilla, donde la Duquesa de Alba ha recibido un homenaje, y donde ha anunciado la dolorosa decisión que ha tomado respecto a sus hermanos.
Y no es otra que no avisarles de la misa que está organizando -como ha hecho desde que falleció su madre en 2014- para el próximo 20 de noviembre. Después de los ‘desplantes’ de los últimos años, en los que no han asistido ninguno de sus hermanos salvo Fernando, Cayetano ha optado por ni siquiera invitarles: «La voy a hacer solo, ya no se lo voy a decir a nadie, ya lo digo.
La hago para mí como lo he hecho todos los años y no sé quien estará, probablemente Genoveva y Bárbara –su exmujer y su pareja actual- porque mis hijos están trabajando en Londres los dos y no sé si podrán venir». «No voy a avisar a nadie» ha repetido dolido.
Sin embargo, y dispuesto a que sus diferencias con Eugenia no sigan haciéndose públicas, el jinete ha esquivado con elegancia las preguntas sobre su guerra familiar. «¿Usted tiene hermanos, se llevan bien? Es asunto nuestro, es una pregunta que no procede ahora» ha sentenciado.