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Gustavo Guillermo, su reacción al ver la exclusiva de Bigote Arrocet tras la muerte de María Teresa Campos

Sin noticias del exterior desde que entró en ‘Gran Hermano VIP’, Gustavo Guillemo ha sido el último en enterarse de la exclusiva que Edmundo Arrocet ha dado en la revista ‘Diez minutos’ tras la muerte de María Teresa Campos.

Anabel Pantoja y Belén Rodríguez han entrado este domingo en la casa de Guadalix de la Sierra disfrazadas de extraterrestres para esconder un cheque de 100 euros con el que los concursantes -el que lo encontrase- podrían comprar algunos objetos de la ‘máquina de los deseos’, entre los que se encontraba la revista con la entrevista del humorista.

En su portada, algunas de las declaraciones más polémicas de Bigote Arrocet: que María Teresa quiso casarse con él para que le quedase una pensión si le pasaba algo, que era él quien pagaba todo cuando se iban de viaje -negando así las acusaciones de ‘mantenido’-; que él fue el cuidador nocturno de la presentadora y quien solucionaba todos los problemas de su casa; y, lo más demoledor, que durante los seis años que duró su relación con la malagueña, Terelu fue a casa de su madre unas 10 veces y Carmen Borrego ni eso.

Una exclusiva de la que Gustavo se ha enterado este domingo y a la que ha reaccionado indignado con el chileno, a pesar de que tan solo ha visto la portada: «La exclusiva de Edmundo me parece que está fuera de lugar, y más en este momento. Me parece una falta de respeto total» ha sentenciado, asegurando que si hubiese sido él quien hubiese encontrado el talón de 100 euros -que logró su compañero Luitingo- «no me hubiese molestado ni en leerla».

«Es un oportunista, me parece muy fuerte lo que ha hecho» ha afirmado; «prefiero no opinar, iría desmintiendo una por una las cosas que dice» ha sentenciado, dejando claro que las declaraciones de Bigote sobre la proposición de matrimonio de María Teresa para que le quedase una pensión «es mentira, que yo sepa».

Menos ‘correcta’ que Gustavo se ha mostrado Laura Bozzo, que no ha dudado en tachar a Edmundo de «vividor de mierda» y preguntarse cuánto le habrán pagado por hablar sobre la presentadora apenas un mes después de su muerte.